sábado, 16 de febrero de 2013

¡Ha nacido Jesús!




Este mediodía hemos ido a la clínica Ntra Sra del Rosario a conocer a mi nuevo sobrino Jesús.

-Es  monísimo, porque ha pesado 3 kilos 600 y como
ha nacido por cesárea, no ha sufrido nada y está muy espabilado.

- Tiene una mirada curiosa y descarada, y al ver como miraba alrededor, me he acordado de mi madre que siempre nos  decía cuando teníamos un bebé:

-¡Tú le has traído al mundo, ahora enséñaselo!, así que me he paseado con él  en brazos, y  miraba todo con mucho interés….

-Silvia está un poco débil,   dolorida y muy cansada.

- Ha sido una espera un poco  larga, y la pobre ha estado muy preocupada y se ha cuidado mucho.  Ha tenido  mucha disciplina para que todo saliera bien como gracias a Dios así ha sido.

-Rafa está cuidándole mucho y cambiando sus pañales para que Silvia pueda descansar.

-  Ahora, al verle por fin en sus brazos,  tanto ella como Rafa, no dejan de sonreír, pues les  parece  un muñeco y es muy tranquilo.

-Le han llamado Jesús como al  padre de Rafa,  que murió muy joven y como mi padre, su bisabuelo; así que es un  nombre que nos emociona a todos al traernos tantos recuerdos.
-Cada vez que nace un niño, sucede  un milagro, y parece que todos nos volvemos un poco más buenos sacando la ternura que llevamos dentro…..

-Ahora Silvia Y Rafa sabrán lo que es disfrutar con un bebé en casa, aunque también sin querer preocuparles, les repito  lo que me dijo a mí mi madre cuando nació  Daniel, mi primer hijo;  que ya se me había  acabado la tranquilidad, porque los hijos en cuanto los tienes en brazos, sabes que te han atrapado con su fragilidad.

-Nos preocupan  si comen mucho,  si  comen poco, si están delgados , si están gorditos, si lloran mucho, si no lloran nunca, en fin que nunca sabemos dónde está el punto correcto.
-Los niños convierten las casas en hogares. Es como si fueran diferentes y se imantaran con su presencia milagrosamente,  de manera que en cuanto sales de casa, ya estás deseando volver para verlo y abrazarlo.
-Cualquier tontería que haga tu niño., te hace reír, y el mínimo gesto lo ves como signo de una gran inteligencia.
-Me gusta mucho lo que dice  José Saramago de los hijos :

-“Un hijo es un ser que nos prestó Dios para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y de nosotros aprender a tener coraje”.

-"Fue apenas un préstamo...El más preciado y maravilloso préstamo, ya que son nuestros solo mientras no pueden valerse por si mismos, luego les pertenecen a la vida, al destino y a sus propias familias. Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo con ellos"