martes, 15 de junio de 2010

"Estoy triste"


Esta tarde me he puesto muy triste, a veces la gente es cruel y desconsiderada contigo, sin que tú hayas hecho nada para merecerlo.
He decidido dejarlo pasar y no darlo poder. Si haces caso a las cosas malas, empiezan a crecer y como yo creo profundamente en la “Ley de la Atracción”, no pienso sembrar vientos, porque no quiero recoger tempestades.
-En este momento, mi gata Chundi, ha subido a sentarse en mis piernas y se ha puesto a ronronear. Es muy cariñosa, y he observado que cuando la tengo a mi lado y la acaricio el lomo, me tranquiliza, me calma y me late mucho más despacio el corazón.
-La tristeza, nos debilita y nos quita las ganas de hacer cosas. Somos hijos de nuestra evolución, y desde el punto de vista evolutivo, esta falta de empuje iba destinado a las personas debilitadas o enfermas, para evitar que se movieran mucho y se alejaran de sus casas, donde estaban más seguras.
-Para el ser humano actual, la tristeza es un timbre de alarma que nos avisa de que debemos hacer caso a la voz interior y reorganizar de nuevo nuestra vida.
-Nos sentimos tristes, cuando nos han hecho daño, cuando una persona antipática, que está amargada paga su fustración contigo.
-Hay que cortar ese flujo negativo rápidamente y ponerse a pensar en positivo.
-En mi cabeza mando yo, y solamente yo, puedo escoger mis pensamientos.
-Una amiga, que tuvo una separación muy traumática, fue paciente de un eminente psiquiatra al que yo admiro y leo, y la mandó una serie de cosas (ningún fármaco,) que a mí me parecen además de curiosas prácticas.
- Al ducharse cada mañana, tenía que mirar como el desagüe de la ducha arrastraba la espuma y pensar que al irse la espuma se iba todo lo malo, decía : “Estoy llena de energía para afrontar mi día”.
-Tenía que arreglarse bien, ponerse lo más guapa posible y decir ante el espejo:”Cada día estoy mejor y mejor en todos los aspectos.
-Debía actuar como si estuviese contentísima y sonreír a menudo.
-Su dieta estaba llena de energía, baja en grasas y en azúcares malos.
-Su ropa además de impecable debía ser de colores alegres que la motivaran.
-Al cabo de unos meses, estaba más guapa que nunca, y volvió a ser la dueña de su vida.
-Otro de los motivos por los que no debemos estar tristes es porque nos sale muy caro.
-Científicos de las universidades de Harvard, Stanford,y Pittsburg, han demostrado que la gente triste, gasta mucho más, e incluso despilfarra el dinero, porque tienen el convencimiento de que ni ellos ni sus posesiones valen nada. A lo mejor, por eso hay gente que siempre que tiene un problema se va de compras. ¡Nos observaremos!.......