lunes, 25 de julio de 2011
"Comida familiar"
Hoy han venido mis hijos y mis nietos a comer, porque celebrábamos el cumpleaños de mi marido.
- Toda la semana he estado ilusionada con la idea, de volverles a tener a todos alrededor de la mesa.
- Las madres, tenemos enseguida el síndrome del “nido vacío”, aunque tu hijo venga siempre que puede desde la oficina a comer a casa.
-Los niños, como son todavía muy pequeños, han comido un poquito antes, pero se han sentado a la mesa a comer la tarta, y han soplado las velas 50 veces, ya que compramos unas velas que cuando las apagas, se vuelven a encender solas, hasta que se consumen.
-Yo, como soy quinta hija, tengo unos recuerdos preciosos de las comidas familiares durante toda mi niñez, donde estaban mis padres, mi abuela y mi tía Loti que vivían con nosotros, y el hermano de mi abuela, mi tío Rosendo, con sus hijos Fernando y Antonio.
- Creo que la hora de comer, es una oportunidad única, para compartir confidencias, hacer bromas, y reírse un ratito.
-Los niños aprenden a escuchar las conversaciones sin interrumpir, y a pedir un turno de palabra, además de mejorar sus modales y maneras, al estar en la mesa de las personas mayores.
-Si alguno, expone a los demás algún problema que le preocupa, es muy positivo, oír las distintas opiniones, y valorar todas, aunque solo sea, para quitarse un poco de estrés, al ver su caso encima de la mesa.
- Cuando estamos reunidos en familia, no cuesta trabajo bromear, y reírse cada uno de sus propios errores.
-Son comidas, donde se respira mucha alegría y mucho afecto, donde todo sabe muy rico, y suelen repetir, como cuando todos eran pequeños, y nosotros muy jóvenes.
-Los niños, alegran tanto las comidas familiares, y cualquier reunión, que siempre me acuerdo de mi madre, que, cuando llevaba a su casa a mis niños, decía que en todas las casas, debía de haber siempre , por lo menos un niño, porque con los niños, siempre dan ganas de celebrar.
- El soplar velas con niños, se convierte en una verbena, donde todos quieren soplar y soplar, y nadie como un niño, te hará sentirte la mejor cocinera del mundo, con sus caras, trajes y manos llenas de chocolate.
-Los niños, son tan graciosos y tan inocentes, que nadie teniendo los niños delante, pone en duda, que con ellos, mañana, será un día mejor.
-Mientras podamos, los padres, queremos tener a nuestros hijos y nietos a nuestro alrededor, y disfrutar de su compañía, que alegra tanto nuestra casa.
-La vida, a los abuelos, nos da una segunda oportunidad de volver a ser padres, pero mucho más permisivos, porque el punto ácido de la responsabilidad, no lo tenemos, ya que esta recae totalmente en sus padres.
- -Los niños nos enseñan muchas cosas, porque son inocentes y libres, y están muy cerca de los ángeles.
-Yo, que me he pasado la vida enseñando a los niños, al tener mis nietos, creo que he simplificado mucho las cosas, y he llegado a la conclusión, de que la mayoría de las cosas que nos han enseñado, y que nosotros, también hemos enseñado, no son tan básicas como creíamos, porque lo más importante es conseguir formar buenas personas …..
-Esta noche, estoy muy contenta, y dormiré mejor, porque me he reído mucho, y está comprobado que se duerme mucho mejor por la noche, cuando durante el día nos hemos reído.