sábado, 12 de enero de 2013

"Nuestros Hijos Siempre Serán El Centro De Nuestra Vida"


Acabo de hablar con mi hermana Mima, y hemos acabado como siempre hablando de los hijos. Los hijos, para una madre siempre serán pequeños, porque nos preocupan y nos parece que siempre tenemos que protegerlos.

-Mi hijo mayor Daniel, que vive en París desde hace muchos años, me dijo ayer que tiene un terrible dolor de espalda, y tiene tanto dolor que está en la cama con una bolsa de agua caliente y con un tratamiento anti inflamatorio y analgésico.
-Cuando se fue a vivir a París, me quedé un poco triste, aunque sabía que era su deseo, que estaba en un lugar maravilloso con un trabajo que le gusta y que era feliz.

-Cuando los hijos se independizan y se hacen responsables de sus vidas, los padres damos un paso atrás y pasamos a ser espectadores , porque es el momento de soltar amarras y dejarles ir a dirigir sus propias vidas…..
-De todas maneras, siempre cuento, y siento repetirme que cuando nació Daniel, yo  tenía 23 años. Mi madre vino a verme a la Clínica de Ntra Sra de Loreto en Madrid, y me dijo al verle que era el niño más guapo del mundo, pero que supiera  que ya se me había acabado la tranquilidad ……¡Qué razón tenía! .

-Primero fueron las fiebres, las enfermedades infantiles, luego los golpes, los pequeños accidentes…

-Después las notas, los amigos los amores los desamores……

-Las noches en vela esperando que lleguen a casa sanos y salvos.

-A pesar de que los tres han sido siempre buenos chicos y buenos estudiantes,  me  he preocupado mucho toda la vida tanto por la niña Gema como por Daniel y Félix, y sufría si les veía tristes o decepcionados.

-Mi amiga Irene Cicero, una gran psicóloga y madre de dos hijos de edades parecidas a los míos , me mandó una vez un correo que hablaba de algo como que los padres nos pasamos unos a otros la antorcha de las preocupaciones.
- Nos  preocupamos por el que tiene novia y por el que no la tiene, por el que sale mucho y por el que sale poco, porque el que está muy alegre o muy triste, y es que en el fondo les queremos tanto que sentimos que son frágiles, aunque probablemente en estos momentos las frágiles seamos las madres.

-Nos da miedo que sufran, querríamos protegerles de todo, de la enfermedad, del dolor de la desilusión del desamor….

-Ser madre es entregarles tu amor desde que nacen hasta  que Dios Quiera durante 24 horas al día.

-A veces, cuando están enfermos, querríamos que volvieran a ser pequeños y cogerles en los brazos como ayer cogí a mi nieto Alvarito de tres años, que se había hecho daño en un dedito del pie y se lo curé a  besos.

-Lo más bonito fue que me dijo con esa cara de muñeco que tiene abriendo mucho los ojos mientras le ponía el pijama: ¡Abelita, a que tus besos curan!.....

-¡Ojalá pudiéramos curarles a besos……