martes, 18 de junio de 2013

"El Cofre De Nuestros Tesoros"


Decía Paul Géraldy, famoso poeta y dramaturgo francés:

-“Llegárá un día en el que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza”.

-Esta frase ha sido para mí un talismán desde que se la oí a mi padre que era un gran periodista, y un hombre muy culto.
-En los malos momentos, el simple hecho de recordar cosas agradables, o divertidas que nos hicieron pasar un buen rato, hace que nuestro cuerpo vuelva a tener las mismas sensaciones que cuando lo vivimos y nos sintamos alegres y felices.

-Disfrutar de buenos recuerdos es como vivir dos veces.
-Así que tenemos que elegir bien lo que merece ser recordado y guardado, y tirar al cesto de los olvidos  todo lo malo que nos haya sucedido.

-La vida a veces a algunas personas les da un enorme limón y no tienen más remedio que hacerse una limonada, porque no se puede luchar contra lo inevitable.
-Mi padre, gran deportista, a los 36 años sufrió una embolia que le dejó paralítico el lado izquierdo, y como era un vasco fuerte y luchador, nunca se rindió, y continuó escribiendo sus artículos, y  trabajando como redactor jefe de la Agencia Efe de Madrid, y traduciendo y colaborando con periódicos y revistas extranjeras.

-Siempre que se encontraba mal, recurría a sus mejores recuerdos, y nos contaba anécdotas de  cómo empezó periodismo en la escuela del famoso periódico “El Debate”, dirigido por Don Angel Herrera Oria, que fue para él padrino y mentor.

- Llegó a Madrid con 100 pts que le dio su madrastra, y un par de trajes que habían pertenecido a su padre, cuando le fue a acompañar a la estación con sus hermanas.

- Su tía Matilde, como él la llamaba, le quería mucho, pero él tenía mucha ilusión por ir a Madrid( su padre había muerto, y no quería quedarse en Carranza).

Al llegar a Madrid,  no sabía lo que tendría que durarle  el dinero,así que se alquiló una habitación en una  pensión para estudiantes del centro de Madrid, y  empezó a dar clases particulares de latín y griego.

-Mi padre, era un chico muy joven, que acababa de salir del seminario, donde estudió Teología, Humanidades, y Filosofía y Letras,  pero que se asustó al ver un día que  le faltaba poco para cantar misa, y que no tenía  vocación.

-Don Angel Herrera Oria, que le conocía del seminario porque  era un chico cultísimo de gran talento,  le apoyó, y aplaudió su valentía, ofreciéndole una beca para estudiar periodismo en la Escuela de “El Debate”.
-Su primer encargo, fue mandarle al Estadio de Fútbol de Chamartín, a ver un partido del Real Madrid; pero no le dio entrada ni dinero, y él , no se atrevió a pedírselo; así que se fue al estadio, y, desde  fuera,  empezó a tomar notas del partido, escuchando los gritos de ¡¡ Gol!!, o  las protestas  contra el árbitro, y a la salida,  contrastó sus apuntes con varias personas a las que entrevistó preguntándoles por sus impresiones  del encuentro.

-El artículó se publicó, y cuando Don Angel (que más tarde sería el famoso Cardenal Herrera Oria), le llamó a su despacho para felicitarle y darle un sobre con dinero, mi padre le  confesó que no había visto el encuentro, a lo que Don Angel contestó entre carcajadas:
-Pues te mereces algo más., porque si sin ver el encuentro has sido capaz de escribir este magnífico artículo, imagínate lo que escribirás cuando asistas en la tribuna de Prensa……

-Esta anécdota, la repetía muchas veces, porque le transportaba a su época de joven sano y aventurero…

-Los malos recuerdos en cambio, hacen tanto daño que no podemos guardar a partir de ahora ni uno!

-Atesoraremos los buenos momentos, que no son ni más ni menos que  perfumes para el alma.