Esta tarde he recibido un correo muy cariñoso de
mi sobrina Laura, diciéndome que había leído en mi blog, lo de mi gata Chundi,
y que lo sentía mucho.
- Laura, cuenta muchas historias a sus niños,
sobre todo a Ana que tiene 3 años, de Gali, la gata de nuestra infancia, porque mi
hermano José Manuel, ( Finín), su padre, les contaba muchas historias a ella y
a sus hermanos, pero dice que la gustaría saber más…..
-Los recuerdos a veces se te presentan sin
avisar, y eso me ha pasado a mí, que de pronto me he visto transportada a mi infancia,
y en todos mis recuerdos de esos años, está Gali, así que he llamado a mi
hermano mayor Jesús Juan que me lleva 7 años y que tiene muy claros los
recuerdos de esos veraneos cuando la encontraron.
_ Mi padre tenía 33 años, era tan
joven, tan fuerte y tan sano, que parecía que nunca le podría pasar nada malo..... pero desgraciadamente, no fué así, y los veraneos en Las Navas se terminaron,
cuando yo tenía 3 años, y él solo 36 años, porque le dio una
embolia( un ictus , lo llaman ahora), y aunque se recuperó , ya no pudo correr tras sus niños por los pinares ni jugar
al fútbol.
- -Mis padres cuando yo nací, alquilaron un
chalet muy grande en las Navas del Marqués que
se llamaba “El Hotel de los Ojos”, porque sus ventanas tenían forma de
ojos. Éramos una familia numerosa, mis padres, 5 hijos, mi abuelita, mi tía y
Fidela, la chica que ayudaba en casa así que necesitábamos espacio.
-La casa era preciosa y muy grande, les
encantaba a todos, y el pueblo según contaban era maravilloso, sano, alegre,
con una huerta exquisita , leche fresca, huevos de granja, y una riquísima carne que compraba Fidela a un carnicero que la tiraba los tejos….
-Dice Jesús Juan, que cuando volvían a la casa “de
los ojos” atardecido de alguna
excursión, a él la casa le daba miedo, porque parecía una cara que te miraba,
ya que el tejado estaba en pendiente y las ventanas parecían ojos, y como las
paredes tenían enredaderas, de lejos, le daba la impresión de que la casa le
miraba. Su cuarto estaba arriba y tenía una ventana redondita que le encantaba…..
-Me ha hecho este dibujo que es como él la
recuerda….
- Jesús
Juan, tiene unos muchas anécdotas de esos veranos jugando al fútbol con papá,
haciendo de portero, y de las excursiones al monte y a los pinares, con los
bocadillos y la tortilla. Uno esos veranos en Las Navas, fue cuando encontraron
a Gali.
-Un día , jugando todos por el pinar, oyeron un maullido muy bajito, y mi tía Loty, que
entonces era una chica joven, se metió entre unas zarzas, y salió con un gatito
chiquitito, muy sucio que parecía un pequeño tigre gris .
A partir de ese momento, todos se enamoraron de ella, y
pasó a formar parte de nuestra familia.
- Mi tía Loty, la quiso llamar Gali, pero mi hermano Jesús Juan que era un poco "repipi", dijo que necesitaba un apellido como todo el mundo, y la puso Pondia, así que se llamó Gali Pondia .
-Criaron a la gata con leche condensada aguada porque se lo aconsejó el veterinario, dándosela con una jeringa de cristal cada dos horas. Gali, era una gatita gris con mucho pelo y unos enormes ojos verdes.
-Criaron a la gata con leche condensada aguada porque se lo aconsejó el veterinario, dándosela con una jeringa de cristal cada dos horas. Gali, era una gatita gris con mucho pelo y unos enormes ojos verdes.
Los niños la llevaban de paseo en una bolsa de tela y la dejaban corretear por
entre los pinos, pero nunca quiso marcharse, y siempre volvía a su lado.
- Las cosas se entrecruzan y resulta que cuando
he entrado en un Foro de Las Navas Del Marqués (Avila) para ver si había alguna foto de la casa, me
he encontrado con un correo Titulado”Recuerdos de Las Navas” firmado por Carlos Hernández, en el que dice
que veraneaba de niño allí, en una casa
junto a El Hotel de los Ojos, en las afueras del pueblo, y que actualmente vive
en Sao Paulo (Brasil), que se encuentra delicado de salud, y que no querría morirse
sin saber alguna cosa de esos veranos
que marcaron tanto su infancia. Yo le voy a contestar, y le daré el correo de
mi hermano Jesús, porque a lo mejor, hasta se conocieron…..
-De nuestra Gali, os contaré que vivió en Madrid
con nosotros, veintitantos años, se convirtió en una preciosa gata gigantesca, porque
era hija de un gato montés, y siempre conservó su punto salvaje.
-Recuerdo que todos los inviernos, cuando había
luna de gatos (debía ser el celo), Galli desaparecía y no la podíamos
encontrar, a pesar de que nos pasábamos los días llorando, preguntando a todo el mundo y pegando carteles
que hacían mis hermanos……Al cabo de una semana más o menos, aparecía cualquier
noche maullando en la puerta del portal, y el sereno que se llamaba
Constantino, avisaba a mi abuelita de que había vuelto Gali.
-Siempre era igual, volvía de sus correrías,
sucia , arañada, delgadísima y embarazada, y a nosotros nos tocaba cuidarla,
curarla y luego intentar colocar a su prole que solían ser 5 o más gatitos
porque mamá no los quería en casa.
-En cuanto empezábamos a tocarlos, Gali se
enfadaba, bufaba, y en cuanto la dejábamos tranquila en su cesto en el cuarto
oscuro, que era un vestidor donde mamá ponía un gran cesto con una mantita, Gali, los iba cogiendo de
uno en uno por el cuello, y los escondía entre la ropa para que no se los
tocásemos, así que luego, cuando no los encontraba y maullaba , a nosotros nos
tocaba buscarlos, y así durante todos los días que estaban en casa, hasta que
les colocábamos en sus nuevos hogares.
-Un año, yo me quedé con la más chiquitita porque no la quiso nadie, y la llamé Chundi,
como he llamado después a la mía, y fue mi
mejor juguete.
-Gali, siempre la cuidaba, la protegía y la lavaba
como cuando era un bebé. Era tan buena que se dejaba disfrazar, y se estaba
quieta cuando yo, la ponía gorros y faldas de muñecas y la metía en el coche de
capota de mi muñeca…..
- Pero un día, al cabo de los años, se murió,
porque como dice mi hijo Félix que es muy amante de los gatos, es lo malo que
tienen las mascotas, que se acaban muriendo, y te dejan con el corazón un poco
roto.