martes, 29 de octubre de 2013

Medir Las Palabras"



“Palos y piedras dañarán mi cuerpo, pero no me harán daño las palabras”.

-¡Ojalá, esto fuera verdad!, porque todos sabemos que a veces nos duele mucho más una palabra que una bofetada.

-La ira no es buena consejera, y las personas cuando se enfadan, aunque crean que saben controlarse, no es así, porque en las discusiones,  acaban diciendo cosas que en el fondo no  sienten, y que únicamente están dictadas por la ira del momento y se dicen para fastidiar al otro.
-“Palabra suelta no tiene Vuelta” dice el refrán español, y yo creo que es verdad, porque hay palabras que nunca se olvidan.

-Tenemos que intentar darnos cuenta de lo que decimos, cuando lo decimos y cómo lo decimos, porque el que recibe nuestra ofensa, verá todo, y recordará todo, y a veces no somos conscientes de la tristeza y el dolor que hemos causado.

-Tengo una amiga que rompió una amistad de años porque su amiga le dijo en una discusión que tenía” ideas de bombero jubilado”.

-Esta chica era inglesa, y no entendió el contexto de la broma, porque en Madrid, es una tontería coloquial, y no tiene mayor trascendencia, y se usa a veces para decir que cómo se te pueden ocurrir estas tonterías
-Así que vamos a pensar un poco las cosas antes de decirlas, sobre todo en momentos de crisis.

 Una amiga mía andaluza muy graciosa decía cuando se enfadaba: “No te lo voy a decir, porque si te lo digo…”, y todas la decíamos: ¡Dilo!, ¡dilo!, y nunca lo decía, y al final siempre hacíamos las paces.

-Si estamos malhumorados, lo mejor es posponer las discusiones para otro momento más sereno, y entonces, ya no nos entrarán ganas de insultar, y resolveremos la situación argumentando, o discutiendo, pero no insultando.

-No debemos cargar sobre nuestros hombros la culpa de haber dado mucha infelicidad a alguien por nuestra ira, o la de perder una vieja amiga por no saber decir ¡lo siento!

-Si en el pasado perdimos amigos por culpa de malas palabras, ya es tiempo de darles un telefonazo y aclarar las cosas, con un simple: ¡Lo siento!