martes, 28 de enero de 2014

EL Alacrán"


Esta tarde he hablado mucho rato con mi querida amiga Irene, y nos hemos tenido que poner al día, porque hacía por lo menos un mes que no hablábamos y nos hemos estado contando muchas cosas.

-Las charlas con las “amigas del alma”, cunden mucho, porque de pronto te das cuenta de que la estás contando algo que creías que había pasado, y que no era tan importante,, pero al verbalizarlo con ella, de pronto descubres que te duele y mucho.


-Luego me ha llamado otra amiga que está muy desilusionada de la vida porque la han ocurrido unas cosas muy decepcionantes con personas en las que confiaba, y a las que siempre había ayudado, tiene un disgusto enorme y se ha tenido que tomar una pastilla con una infusión.

- Así que la he dicho, que a nadie le extraña que un burro de coces, y que ella debe pensar que cada persona tiene una naturaleza y un carácter muy diferentes al suyo, que no sufra, y que esta noche lea mi blog, que se lo voy a dedicar contándole una historia con una moraleja que va a reconocer. Se llama :

“EL ALACRÁN”

-Un maestro tibetano, paseaba un día por la orilla de un río, cuando descubrió que un pequeño alacrán se estaba ahogando,  ni corto ni perezoso, se quitó  su hábito naranja , se metió en el río y le salvó.

-Al cogerle, el alacrán le dio un tremendo picotazo que le dolió muchísimo, y su instinto ante un dolor tan fuerte, fue soltarlo, y  el alacrán volvió a caerse al río, y el maestro, al ver que se ahogaba otra vez, intentó volverle a sacar, pero el alacrán le volvió a picar.

-Un monje testigo del suceso, se acercó al  maestro y le dijo:

-“Perdone mi atrevimiento maestro, pero me he dado cuenta de que, ¡usted es muy terco!

-¿Es que no se da cuenta de que cada vez que intente sacarle del agua, el alacrán le picará?

-El maestro, le miró sonriente, y respondió:

-“Hijo mío, la naturaleza del alacrán es picar, el alacrán nunca va a cambiar su naturaleza, y eso tampoco va a cambiar la mía, que es ayudar y servir.

-Entonces, el maestro, cogió una hoja muy grande, y ayudándose de ella, sacó al alacrán del agua y le salvó la vida.

-Mi amiga, verá que ella es una buena chica, que ayuda a todo el mundo, sin esperar nada a cambio, y que algunas de las personas a las que ella ayudó, son por naturaleza como el alacrán, pero la conducta de los demás no deben nunca condicionar la nuestra.

-Moraleja: “Nunca cambies tu naturaleza, y si alguien te hace daño, solamente toma precauciones”.

-A veces cuando la vida nos presenta mil razones para llorar, busca dentro de ti, otras mil para reír.

-A veces si  notas que te duele mucho el alma, es porque Dios te ha agarrado un poco fuerte al sujetarte para que no te caigas.

-¡Buenas noches!