Una amiga me contaba esta mañana, que sus amigas, solo la llaman para criticarla y que cada día
nota que se están volviendo peores
personas, y que son muy diferentes de cómo eran hace años cuando estaban tan
unidas……
-La gente cambia, y a veces no todos cambiamos
al mismo ritmo ni en la misma dirección, por eso a veces no tenemos nada que
hacer con amigos que ya no lo son, y lo
más sano es ir cerrando círculos.
-Creo que si queremos que la gente mejore, lo
más fácil será que empecemos mejorando nosotros, por eso de dar ejemplo….Podemos
aplicar lo que contestó el Dalai Lama ante una pregunta un poco capciosa:
-Santidad, ¿Qué es lo que me hace mejor?
-Aquello que te hace más compasivo, más
sensible, más desapegado, más amoroso, más humanitario, más responsable, más
ético…..
-No hace falta pertenecer a esta o a la otra
religión, la religión de cada uno no es importante, porque lo único importante
es nuestra conducta delante de nuestros semejantes,
de la familia, del trabajo, de la comunidad
a la que pertenecemos,y, delante del mundo….
-Creo que con estas palabras tenemos bastante, ya
que basándonos en ellas, podríamos hacer
una auténtica declaración de
principios.
-Sabemos que la gente es nuestro espejo, y si les tratamos bien, nos tratarán bien.
-Los amigos, son la familia que se escoge; así
que no escogeremos a malas personas para amigos, porque no solamente no van a cambiar, sino que lo más probable es que ellos nos hagan
cambiar a nosotros , si no tenemos las cosas muy claras, así que antes de ser
salvador de otros, nos aseguraremos de
que estamos bien centrados, y que
tenemos seguridad en lo que hacemos y en lo que decimos.
-Primero tenemos que arreglarnos a nosotros mismos; si no estamos a gusto, nos pondremos a
trabajar en nuestros cambios y en
nuestras prioridades.
- Antes de intentar que cambien los demás, y por
si acaso, no aconsejaremos a los demás, no criticaremos, no comentaremos nada
de nadie, ya que “el que reprende, debe ser irreprensible”.
-Si queremos ser mejores, tendremos que desear
ante todo mejorar.
-Vigilaremos nuestros pensamientos, porque ellos
formarán las palabras que saldrán de nuestra boca, y esas palabras, dirigirán
nuestra manera de actuar, y según nos acostumbremos a actuar, forjaremos nuestro carácter, y ese carácter
nos llevará a un destino que será nuestra vida.