domingo, 26 de abril de 2015

"Fíjate En Los Demás"


Nos fijamos poco en los que nos rodean.´

- La vida en las ciudades es complicada; vivimos en torres, hablamos poco con los vecinos, y no nos enteramos de sus problemas, porque casi todo el mundo suele tener prisa.

-Una amiga, me ha contado, que  ha llamado a su prima por teléfono, y ha notado que estaba muy triste. Piensa que está deprimida, y no sabe a pesar de que se ven muy a menudo, en qué momento ha empezado.

-Esta amiga, es muy generosa, y me consta que quiere a su prima como a una hermana, así que se ha puesto las pilas y ha llamado a la nuera de su prima , para ver que podían hacer, ya que no tiene hijas.

-A veces los disgustos nos afectan mucho más de lo que dejamos entrever, y poco a poco, nos horadan el alma hasta que ya no tenemos ganas de nada.

-Cuando una amiga tiene un problema, sin poderlo evitar tendemos a culpabilizarnos, porque pensamos que no hemos estado atentas a las señales.

-Las mujeres en general reaccionamos frente al estrés de otras mujeres , protegiéndolas, porque somos hijos de nuestra evolución, y la mujer desde los tiempos de las cavernas era la que cuidaba, mientras el hombre iba de caza.

-Hace muchos años, al poco tiempo de casarme y venir a vivir a mi casa, me sorprendió ver en el portal una mesa bajita con una bandeja llena de tarjetas.

-Pregunté a Miguel, el conserje que teníamos entonces que qué significaba eso, y me dijo que se había muerto una vecina del piso……y que eran tarjetas de pésame.

-Quise saber quién era y que la había pasado, y me quedé de piedra al saber que era una señora mayor,  que vivía sola; se había quedado viuda hacía poco, y casi nunca salía , ni recibía visitas..y Miguel, que era un buen hombre, subía un ratito siempre que podía….

- Tuve una sensación de culpabilidad tremenda, porque entonces yo no tenía colegio, era verano, y no me hubiese costado ningún trabajo, pasarme a verla un ratito, tomarnos un café y haber hablado con ella…..

-Ya no tenía arreglo, así que me prometí no volver a pasar por alto algo así, con la disculpa de que no lo sabía, porque esas cosas las deberíamos saber.

-Mi tía Quina, en Carranza, era famosa por su buen corazón, y se pasaba la vida visitando enfermos, y poniéndoles inyecciones, y su hermana,  mi tía Tilde, también les llevaba membrillo y cosas ricas para que recuperaran el apetito cuando habían estado malas.

- Obligaban a mis primas Rosa Mari y Nati, a llevar judías verdes, tomates, patatas, frutas y verduras de su huerta a las ancianas que vivían solas, así como leche, frutas, y huevos de su casa.

-Normalmente en estos pueblos vascos, la gente es muy cariñosa y  solidaria, y los vecinos, se cuidan entre sí.

-He aprendido mucho con esta experiencia, y esta misma mañana, he hecho un bizcocho a mi vecina Chelo, porque me la encontré el otro día en el portal muy acatarrada y muy pálida, y le he dado un bizcocho a su marido para ella con mis mejores deseos, porque como la gusta mucho mi bizcocho, seguro que la alegra.

-Tenemos que hablar más  con nuestros vecinos, porque hay un refrán español que dice:

-“¿Quién es tu mejor hermano? Tu vecino más cercano”.

-Creo firmemente que el cariño, y la comprensión  reducen y mejoran las enfermedades.

-Tenemos que intentar hablar con nuestros vecinos, sobre todo con aquellos que están solos, porque a veces no sabemos si les está pasando algo.

-Como dice Borges, no podemos darles las soluciones para todos los problemas de su vida, pero en cambio si podemos escucharles y compartirlo con ellos.

-Ojalá, no consintamos que se nos endurezca el corazón, y que los problemas de los demás no nos afecten.



-Buenas noches.