jueves, 30 de julio de 2015

"La Envidia Se Registra En El Cerebro"


                        ("La Envidia" Giusto Le Court)

-Desde los cursos de Kinder (4 años), los profesores podemos darnos cuenta de que hay niños que disfrutan cuando castigan a otro, y que les molestan los triunfos de otros, son los primeros balbuceos de la envidia, que es muy mala consejera.


-La envidia es un pecado capital; y  según Fernando  Diaz Plaja, autor de ”El español y los 7 pecados capitales”, es  uno de los 7 pecados capitales que tenemos los españoles más arraigados, porque  define al carácter español por excelencia, por encima de la ira, de la soberbia, o de la gula, lo mismo que la codicia define a los franceses, o la  soberbia a los británicos…..

-En el Purgatorio de Dante “El castigo para los envidiosos, era el de cerrarles los ojos y coserlos, porque habían recibido placer  al ver a otros caer”.
-El catecismo que estudiamos de pequeños definía la envidia como “Tristeza del bien ajeno”.

-Los envidiosos sufren muchísimo, porque la misma envidia les impide gozar. Los envidiosos están resentidos, y no intentan en ningún momento que les vaya mejor, porque lo único que quieren es que al otro le vaya peor.

-Según Bertrand Russell, la envidia es una de las más potentes causas de infelicidad, porque aquel que envidia, no sólo sucumbe  a la infelicidad que le produce la envidia, sino que además alimenta el deseo de producir el mal a otros.

-Según el psicólogo Iñaki  Piñuel, los acosadores y los maltratadores , sienten un sentimiento de inferioridad, que les hace sentirse culpables al no poseer atributos que posee su víctima, y  por eso la maltrata…..

-Estoy releyendo “Los secretos de nuestro cerebro”, un librito interesantísimo que me compré hace años en La feria del libro, escrito por  Pedro Gargantilla, médico, escritor, divulgador científico y profesor de Humanidades en la Universidad Europea de Madrid (U.E.M), y me acabo de dar cuenta de que aquí es donde yo me enteré por primera vez de que la envidia se registra en el cerebro, así que voy a compartir con vosotros los estudios que lo corroboran.




-Un investigador japonés, Hidehiko Takashashi, ha diseñado  un estudio para intentar  contestar a la pregunta que todos nos hacemos: ¿dónde radica la envidia?

- Decidió que   mientras los voluntarios  participantes se encontraban conectados a escáneres cerebrales, los investigadores les leyeran tres perfiles, para ver en los escáneres sus diferentes reacciones:

-Un hombre muy inteligente,con metas similares en la vida que los voluntarios, popular entre las mujeres y con una novia muy atractiva ( mucha envidia)

-Una mujer exitosa, inteligente, atractiva para los hombres, pero con diferentes objetivos en la vida que los voluntarios (poca envidia)

-Una mujer mediocre y nada popular (nada de envidia).

-Fue interesantísimo, porque cuando todos los voluntarios, sin excepción, leyeron el perfil de la persona con más éxito y que además tenía una pareja atractiva se registró una reacción en la corteza cingulada anterior.


-¡En ella radica la envidia!

-Es muy curioso, porque en esa zona es donde se encuentra el procesamiento del dolor físico; ¡la envidia es una  emoción dolorosa!.

-La envidia llevada a extremos, nos induce a tener un comportamiento inmoral, nos hace desear el mal a otra persona y  nos puede llevar a cometer una acción criminal.

-Otro grupo de científicos japoneses, publicaron en la famosa revista Science, donde afirmaban que la envidia, puede llegar a producirnos placer.

- Comprobaron mediante resonancia magnética que  cuando a la persona que envidiamos la va mal, nuestro cerebro reacciona liberando dopamina, que es la hormona del placer, lo cual nos produce una sensación de bienestar.

-En español, a este sentimiento le llamamos “regodearse”, que es una mezcla de regocijo y alegría creado por el sufrimiento ajeno.

Sacaremos de este interesante experimento la conclusión de que las personas envidiosas deben estar como los trapos viejos “pocos y lejos”.


-Buenas noches