Vivimos con mucha prisa, y salimos y entramos de
casa atravesando portales o jardines donde nos cruzamos con personas a las que saludamos
deprisa, y en las que no volvemos a pensar.
-Lo malo es que de vez en cuando, vemos en el
tablón de anuncios, o pegado en la columna del ascensor una nota escueta
diciendo que se celebra una misa funeral por el alma de un vecino que murió el
mes pasado.
-Leemos su nombre , y el caso es que nos suena,
pero realmente, no tenemos ni idea de quién era…. Y vivía en la torre de al lado, muy
cerca de nuestra casa.
-A veces te llevas la noticia a casa, la
comentas en la peluquería, o en el supermercado con una vecina, y te da
detalles de cómo estaba físicamente, de lo que hacía, y también te dicen que
estaba enferma , o que estaba muy sola porque se había separado después de la
boda de su hija y eso te hace pensar, en que te cruzaste a veces con ella, pero
no hablasteis…..
-Vivimos en ciudades y en torres llenas de
personas que no conocemos, y esto yo creo que no es bueno.
-Los otros son importantes. Pero esta vida
moderna es tan complicada, que han conseguido que parezca lo más normal no
tratar a tus vecinos y no saber nasa de ellos.
-En casa de mis padres, en la calle Maldonado, en Madrid, conocíamos a
todos los vecinos, y si alguien estaba malo, se preguntaba por su salud,
incluso se les preparaba un bizcocho,un caldito o una sopa de pollo si estaban solos, y era lo más normal,
-En los trabajos pasa un poco lo mismo,
desconocemos la vida de la mayoría de personas que nos rodean, con el cuento
del “derecho a la intimidad”, y no sabemos nada de su vida ni ellos de la nuestra.
-Es muy duro pensar cuando alguien muere que a
lo mejor deberíamos haberle visitado, o por lo menos telefoneado al dejar de
verla durante un tiempo.
-Hoy he decidido que cada vez que me cruce con
vecinos, o que compartamos ascensor, intentaré enterarme de si necesitan ayuda,
y, si están bien, aunque piensen que invado su intimidad.
-Buenas noches