Últimamente, la gente se despide con un ¡Te
quiero! que suena hueco; yo creo que muchos lo han copiado de las series de TV
americanas, porque allí es una costumbre despedirse diciéndolo.
-La palabra querer es muy seria y muy
importante, y creo que no se debe utilizar como despedida gratuita con
cualquiera.
-Dicen los psicólogos que querer es un acto egoísta,
porque es desear algo que nos interesa, un medio para lograr un fin, pero lo
que está claro es que a una persona con la que te tomas de vez en cuando un
café, no la quieres, aunque filosofando, a lo mejor te gustaría quererla, jeje.
-El caso es que para querer a alguien, para
repartir amor y cariño entre nuestras personas favoritas, necesitamos querernos
a nosotros mismos, porque no podemos dar de lo que no tenemos….
-Para querernos , necesitamos gustarnos y
aceptarnos, porque si no nos gustamos, nos rechazamos y no nos queremos.
-De niños es cuando forjamos nuestra autoestima,
porque entonces éramos muy frágiles y para nosotros lo más importante y
necesario era sabernos queridos por el entorno que nos rodeaba.
-Todos necesitábamos saber que éramos buenos,
listos, y que podríamos conseguir aquello que nos propusiéramos, y que aunque a
veces nos confundiéramos, no pasaba nada, porque las cosas mal hechas son solo aprendizajes que nos sirven para mejorar.
-Desgraciadamente, esto no siempre ha sido así
para la mayoría de las personas, y, al ser adultos, tienen una autoestima un
poco maltrecha, con la que necesitan trabajar para recuperar su alegría de
vivir.
-Tenemos que aprender a querernos con nuestros
defectos y con nuestras virtudes, nos querremos tal y como somos, y precisamente nuestros
defectos son los que nos dan ese puntito personal que incluso les resulta
atractivo a los que nos quieren de verdad.
-Si dedicamos un ratito a hacernos una lista de
nuestras virtudes y otra de nuestros defectos, observaremos que tenemos muchas
más cosas buenas que malas; así que reforzaremos las buenas, repitiéndonos que
valemos mucho en momentos de bajón, e intentaremos no hacer hincapié en las
malas ,y pensar que cosas podemos hacer para mejorar esa parte de nosotros que
no nos gusta.
- A partir del momento en el que nos empecemos a
querer de verdad, notaremos como mejoramos, hasta convertirnos en la mejor
versión de nosotros mismos, dándonos cuenta de nuestro potencial.
-Miraremos cada mañana el nuevo día con
optimismo, y no nos exigiremos cosas que no están a nuestro alcance, ni nos
frustraremos por pequeños fallos.
- Seremos como dice mi hermana Mima nuestro
abogado defensor y no nuestro fiscal.
-Buenas noches.