martes, 21 de febrero de 2017

"Los Insultos"



Las personas que nos insultan suelen ser aquellas que son incapaces de mantener un autocontrol, y no saben expresarse de otra manera.

-Según afirma mi admirado Eduardo Punset,  científicamente se ha demostrado que son necesarios 5 cumplidos seguidos para borrar las huellas perversas de un insulto.

-Cuando alguien insulta , sabe lo que está haciendo, busca hacer daño, y lo hace ; porque el poder de la palabra es tremendo, ya que el impacto que nos causa, es duradero.

-Las personas que insultan lo utilizan como herramienta para  debilitar la autoestima de la persona a la que insultan, probablemente porque la admiran , y por eso la envidian .

-En el colegio, los niños de 4 y 5 años, suelen decir al  niño que insulta a una  niña: “los que se pelean , se desean “, y quizás tengan  razón.

-Las personas que insultan son agresivas, y suelen insultar a diestro y siniestro, a su cónyuge, a sus hijos, a sus amigos, a sus parientes, ya que no son  capaces de respetar a los demás ni de  cumplir las normas de una convivencia normal y pacífica.

-En muchos pueblos , llaman a los que insultan  “faltones”, porque faltan al respeto a la gente, y jamás son ni asertivos ni empáticos.

-Todos podemos tener momentos de ira , de rabia , o de dolor , y lo mejor cuando esto sucede, es hacer una serie de respiraciones profundas para relajarnos y oxigenar nuestro cerebro, evitando que se nos cruce un cable y acabemos haciendo algo indebido.

-Lo mejor es hablar con la persona que nos causa ese enfado, porque si asumimos la responsabilidad de nuestro comportamiento, controlaremos nuestra ira, y  expresaremos  nuestro disgusto de manera asertiva y respetando al otro.

-Las palabras destructivas nunca se deben pronunciar, porque no sirven más que para agravar una situación y nunca aportan nada positivo.

-Cuando os insulten , no aceptéis los insultos, devolvérselos mentalmente al que os insulta, porque si vosotros , no los recibís,  no los tendréis.

-Un día os contaré el cuento del samurai, pero ahora nos quedaremos solamente con su moraleja:

-“Nadie tiene la capacidad de hacerte sentir mal, salvo que tú se la concedas”.
-Buenas noches.