martes, 18 de abril de 2017

"Compartir La Vida"




La vida hay que compartirla. Vivimos en un mundo lleno de gente, nos relacionamos con ellos ,y  nos gusta compartir nuestras experiencias, a la vez que nos enriquecemos con lo compartido.

-Aprendemos a compartir de niños; si nuestros padres compartían de forma habitual en el día a día; porque compartir es una habilidad social que deben practicar los padres si quieren que sus hijos la adquieran como valor.

- Los niños aprenden lo que ven, no lo que oyen por mucho que se lo repitamos.

-Al compartir creamos vínculos sociales, y aprendemos que los juegos que compartimos con nuestros amigos resultan mucho más divertidos que los que jugamos solos.


-Las alegrías compartidas son más grandes, porque si compartimos, recibimos mucha felicidad, mientras que las penas , al compartirlas se hacen  más pequeñas.

-Las personas que no comparten, son egoístas; todo lo guardan, lo amontonan y acaban acumulando muchas cosas , pero faltos de amor.

-El dinero también hay que compartirlo con las personas queridas, porque si nos dedicamos a guardarlo , acabará coagulándose como la sangre.

-En la naturaleza tenemos un claro ejemplo de la importancia de compartir:

-Existen en Tierra Santa, 2 lagos   que se alimentan con las aguas del Río Jordán, pero son completamente distintos a pesar de estar situados a muy pocos kms de distancia el uno del otro.

-El primero es el lago Tiberiales o Mar de Galilea, un mar precioso de aguas azules y tranquilas  rodeado  de verdes praderas con  flores silvestres.

-El otro, es el Mar muerto, una laguna llena de sal , con agua estancada y sin vida, a pesar de  venir del mismo río que el  Mar de Galilea.

-La diferencia entre ambos  lagos es muy sencilla, el lago Tiberiales , comparte todo el agua que recibe generosamente; riega los campos, sirve el agua a los pueblos de sus alrededores y a sus animales; es un agua altruista.


-El agua del Mar muerto en cambio, se estanca , se hace cada vez más y más salada, y mata toda la vida que intente nacer en ella o en sus alrededores, porque es un agua estancada y putrefacta.


-Pues eso exactamente es lo que pasa con las personas que no comparten, que acaban siendo como el agua estancada; todo se lo guardan y no dan, para acabar pudriéndose y teniendo una vida amargada , desdichada y llena de rencores antiguos, porque se han ganado con su comportamiento la infelicidad.

-Las personas altruistas, las que comparten  sin esperar nada a cambio, son felices, disfrutan de sus momentos dando a los demás con generosidad y disfrutando  más cada día de su vida.

-Cuanto más damos, mucho más recibiremos.


-Buenas noches.