jueves, 29 de junio de 2017

"Recordamos Mejor Lo Malo Que Lo Bueno"







Es curioso pero a todos nos han pasado cosas buenas de pequeños de las que apenas nos acordamos  aunque nos enseñen  las fotos.

-  En cambio tenemos recuerdos de  malas experiencias que en aquel momento nos afectaron mucho; como cuando una  monja nos castigó por reírnos , o cuando una amiga a la que admirábamos, estaba saliendo con el novio de su hermana, o esa niña tan envidiosa que nos puso en ridículo en el recreo delante de nuestras compañeras, y aunque sabemos que son tonterías,  se han  grabado a  fuego en nuestra memoria.

-También sabemos que un día que promete ser estupendo, porque estamos muy animados, alegres se nos puede arruinar por culpa de un simple comentario desafortunado de una amiga, vecina, o familiar.

-Un “qué mala cara tienes”, o “pareces estar muy cansado”, o “¿has engordado últimamente?”  Será suficiente para que nuestro día se eche a perder.

- Cuando estamos sometidos a una fuerte tensión, liberamos  noradrenalina que es la hormona de la lucha o huida,  aumenta la sensibilidad química de las neuronas y la fortaleza de nuestras neuronas, por ese motivo, no  olvidamos las cosas malas que nos suceden.

-Es  que nuestro cerebro está preparado para memorizar mejor las interacciones negativas que las positivas.

-Actualmente las cosas han cambiado, porque estudios recientes han demostrado que las regiones superiores del cerebro pueden modificar el funcionamiento de las inferiores.

-Estos son buenas noticias, porque podemos utilizar nuestra intención y nuestra atención no dando poder ni haciendo caso a todas las cosas negativas que nos dicen, superando así el sesgo de negatividad.

-Esto no funcionaría si estuviésemos padeciendo una depresión, pero si no es así, nuestra felicidad solo depende de nosotras.

-Cuando sufrimos un desprecio por parte de alguien, cuando nos sentimos excluidos de un grupo al que nos alegra pertenecer, sufrimos de la misma manera que cuando  tenemos un accidente y resultamos heridos, porque el daño emocional nos duele igual que el físico.

-Los médicos nos han  recetado desde siempre  para mitigar nuestro dolor físico  una serie de fármacos analgésicos y relajantes musculares y ahora  ya emplean estos mismos fármacos para mejorar  nuestro dolor emocional, o para que olvidemos un desengaño amoroso.

-Pero debemos reflexionar en voz alta y pensar que el dolor , la rabia y la decepción son emociones que si nunca las hemos experimentado,  tampoco podremos  valorar los maravillosos momentos de felicidad que están en nuestro camino y que nos llegarán pronto.


-Buenas noches