Nos hemos acostumbrado a ceder para evitar conflictos; la convivencia es difícil, y a veces preferimos ceder a pelearnos aunque esto no sea siempre una buena idea y no solucione nada.
-Ceder a veces implica evitar un problema, pos poniéndole , pero sin solucionarlo.
-Si discutimos con una persona, lo único que
queremos es convencerla de que nuestro punto de vista es el bueno, y esto casi
nunca sucede porque las personas somos diferentes y tenemos una visión personal
que suele ser diferente de la que tiene el otro, así que uno de ellos, a menudo
acabará cediendo.
-Tanto si cedemos como si cede el otro, no habremos
resuelto nada y no mostramos ningún
respeto por la opinión ajena y como dicen los mayores : “El respeto por
nosotros mismos guía nuestra moral; el
respeto por los otros guía nuestras maneras”.
-Todo lo que signifique ceder por ceder, nunca
nos dejará satisfechos ya que siempre nos queda un mal sabor de boca, si cedió
el otro, porque sabemos que no está en absoluto de acuerdo con los argumentos
que le hemos expuesto, y si cedemos nosotros, nos acusaremos a nosotros mismos
de blandos , o de cobardes que no hemos sabido mantener nuestra postura.
-Así que lo mejor es seguir hablando del tema
hasta que consigamos llegar a un acuerdo , donde los dos nos sintamos
respetados y contentos de la solución.
- El que acepta no tiene la mínima intención de
cambiar a la otra persona, ni cambia él, sino que significa respetarnos y
aceptarnos a ambos tal y como somos.
-Fedor Dostoyevsky decía:”Si quieres que otros
te respeten, lo mejor es respetarte a ti mismo. Solo así obligarás a los otros
a respetarte.
-No olvidaremos que ceder no es conceder, porque
al ceder, estamos dando algo que no queremos, y nos quedamos tristes, mientras
que conceder es contribuir a que el otro se sienta mejor y esto fortalecerá la
relación y nos hace sentir bien.
-Buenas noches.