miércoles, 27 de febrero de 2013

"La Puerta Del Alma Abre Hacia Adentro"



 
Hace años, leí un libro chiquitito que me regaló mi amiga Ana Postigo y que se llamaba “El equivalente mental”.

-Estoy pensando que era muy parecido a “El  Secreto” que todos hemos leído y ha sido best seller en todo el mundo.

-Emmet Fox, su autor, fue
un sacerdote que se dedicó básicamente a recuperar a  grupos de “Alcohólicos Anónimos”, y que escribió y trabajó mucho la autoayuda.

-Este autor, se basaba mucho en la metafísica, y su gran baza era que todos somos responsables de las cosas que nos suceden, porque primero las pensamos.
-Nosotros conocemos a un señor que está obsesionado con las corrientes de aire, y en cuanto está un ratito sentado en un sitio en el que él cree que hay una corriente de aire, se constipa y se pone malo.

-Su subconsciente se lo cree y en cuanto empieza a pensar que se va a constipar, pues se constipa, porque lo está demandando…….

-Las cosas que más tememos son las que más atraemos que es lo mismo que mantienen actualmente miles de autores de auto-ayuda y que todos llamamos:”La Ley de la Atracción”, y que Emmet Fox, llamaba : “El equivalente mental”.

-Si deseas algo, lo primero que tienes que hacer es construir un equivalente mental de ello.

-Tienes que pensar en que ya lo tienes y actuar como si lo tuvieras.

-Si quieres estar delgada como le pasó  a  mi amiga Carmen, actúa como una delgada, compórtate como si fueras delgada, come bien, sin gula, un poco de todo  como comen las personas delgadas, y enseguida, mucho antes de lo que te imaginas, te darás cuenta al mirarte en el espejo de tu cuarto de que estás delgada.
-La puerta del cielo se abre hacia adentro. Esta frase es muy mágica y muy simbólica, porque la mayoría de las puertas se abren hacia afuera.

-Para abrir una puerta como la del cielo, no vale empujar a lo bruto, porque cuanto más empujes más la cierras, para abrirla solo necesitas delicadeza.
-Tienes que agarrar el pomo o el llamador y suavemente retroceder hasta que la abras del todo, entonces, pasas y la vuelves a cerrar.
- Si reflexionamos nos daremos cuenta de que muchísimas veces no conseguimos lo que queremos porque tenemos prisa, queremos que todo se haga en un momento, empujamos para abrir, y todo en la vida necesita su tiempo.
-Si queremos sembrar una planta cualquiera, debemos preparar la tierra, mojarla, abrir un hueco, enterrar la semilla y taparla.

-Luego la regaremos adecuadamente y esperaremos a que le llegue su momento y empiece a asomar sus hojitas.

-Si a los tres días, nos impacientamos y   decimos: ¡Esto no vale!, ¡esto es una birria!, y revolvemos la tierra, y sacamos la semilla,  ya nunca saldrá y nosotros habremos perdido la oportunidad de presenciar el pequeño milagro.
-Si deseas una cosa, piensa en ella con interés y entusiasmo.

-Si nos fijamos en las personas triunfadoras, no desfallecen, creen en sí mismos, y creo que esa confianza les da poder y aumenta las posibilidades.
-Mucha gente que inaugura un negocio y no progresa, es porque solamente tiene un plan que consiste en sacarle el dinero a la gen te para enriquecerse él, pero en cambio, si una persona  lo abre con la ilusión de ofrecer un servicio impecable a buen precio, y se dedica a su trabajo con ilusión y alegría, tiene muchísimas posibilidades de triunfar porque a todos nos gusta la seriedad y el trabajo bien hecho.

-La puerta del Cielo se abre hacia dentro,  así que tendremos alegría, paciencia y confianza, nos relajaremos mentalmente, y no nos obsesionaremos con el problema, y enseguida, la puerta se nos abrirá.