-Una pareja de recién casados, alquiló un piso en la parte antigua de la ciudad. Estaban encantados, porque los techos eran altos, y tenía bastante luz.
-A la mañana siguiente, la chica se puso a desembalar y a colocar sus cosas, cuando mirando por la ventana vio que una vecina al otro lado del patio colgaba unas sábanas sucísimas.
-¡Que sábanas tan sucias cuelga esta vecina dijo ¡ ¡Que pena no conocerla, porque con el jabón de Marsella que yo traigo, la quedarían blanquísimas!
-Cada mañana la veía colgar distintas prendas de ropa, pero siempre estaban todas sucias, y lo comentaba con su marido diciendo que ella si que lavaba bien, que era muy limpia y que la podría enseñar a su vecina como lavar.
-Al sexto día, mientras desayunaban, la chica miró al patio, y observó que su vecina estaba colgando unos manteles y unas toallas blanquísimas y relucientes. Sorprendida llamó a su marido y le dijo:
-¡Cariño corre,! ¡ven a ver que ropa tan limpia ha colgado hoy nuestra vecina, se ve que alguien la habrá dado un buen jabón, o que ella por fin, aprendió a lavar la ropa.!
-El marido le respondió:
-¡No, es que esta mañana me he levantado temprano, y he limpiado los cristales que estaban sucísimos, para que no tengas que limpiarlos tú!
-La chica, se quedó pensativa y triste, al darse cuenta de que sus cristales estaban tan sucios que no se veía claro a través de ellos, y que ella en vez de darse cuenta y limpiarlos, solo se había dedicado a criticar de manera superficial, y a hacer juicios de valor y sobre la limpieza de su vecina.
-Es mucho más fácil como dice el evangelio: “Ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el nuestro”
-Esto mismo nos pasa a nosotros: la vida se ve diferente, dependiendo de la ventana a través de la que observamos los hechos.
-Por eso, antes de juzgar a los demás, debemos reflexionar y ver si tenemos el corazón alegre, limpio y generoso, o estamos enfadados, y vemos todo negro y defectuoso.
-Vamos a dejar de juzgar a los demás, y a centrarnos en donde realmente debemos trabajar que es en mejorarnos nosotros mismos
- Tendremos en cuenta nuestro estado de ánimo antes de juzgar a nadie, recuerda que:
-Hay que mirar la vida a través de las gafas correctas.
-Atraemos lo que decimos, si siempre decimos cosas negativas, vendrán a reunirse con nosotros siempre personas negativas, pero si buscamos lo bueno de cada cosa,( que siempre lo tiene,) atraeremos amor, salud, paz y prosperidad.