Las chicas de mi generación, nos casamos muy jóvenes. Aprendimos a ser madres prontísimo, y decidimos que seríamos las madres más modernas del mundo.
-Nos propusimos ser diferentes,y pensamos que nunca nos íbamos a meter en la vida de nuestros hijos.
- Les dejaríamos libres desde los 18 años, porque pensábamos que a esa edad ya se es maduro......
-No sabíamos que al ser madres, íbamos a tener con ellos un vínculo de amor tan grande que dura toda la vida..
-Les entregamos nuestro amor y todo nuestro tiempo, aunque a veces no nos lo agradezcan y nos llamen pesadas....
-Nuestros hijos serán nuestros niños siempre. No importa si ya tienen su carrera terminada, si ya cumplieron 30 años, ni si son padres de familia.
-Para una madre, su hijo, nunca será esa persona importante que ven los demás, que tiene un gran trabajo de responsabilidad, y que la gente respeta.
-Tus hijos, siempre serán tus hijos. Les ves frágiles, tienes miedo de que les pase algo malo, y disimulas diciéndoles que se abriguen, y que no se acatarren.
- Te parece que les educaste bien, que son adultos buenos, porque los hombres suelen ser lo que fue su niñez.
-Esperas que encuentren la chica adecuada que les quiera mucho y que vea todo lo bueno que hay en ellos,como lo ves tú.
- Ellos se hacen los duros y te dicen:
-¡Mamá, por favor no te metas que ya soy mayorcito para saber lo que tengo que hacer!......
-Pasaron de ir en el asiento de atrás a conducir su propio coche, pero fue tan rápido que casi no tuvimos tiempo de darnos cuenta.
- Les dices que no beban, que tengan cuidado, porque te sigue dando el mismo miedo que les pase algo que cuando eran adolescentes, y te pasabas las noches de sus salidas mirando por la terraza y por la ventana.
-Te preocupa que no coman bien, si engordan, porque seguramente toman comida basura, y si adelgazan porque no comen, y están mal alimentados.
-Sus logros son tus logros, siempre te parece que deberían pagarles más, porque trabajan muchísimo.
-Solamente te dan un respiro si ves que se han casado con la persona adecuada, y tienen hijos y ves que son felices, y das las gracias a Dios todos los días por ello, pero no por eso dejas de quererlos.
-Las hijas, te quitan el sueño un poco mas, sabes que hay gente mala suelta por el mundo, y las ves frágiles.
- Están acostumbradas a la vida en casa y te da miedo pensar que van a hacer solas en el mundo, en esta sociedad tan machista, cuando tú no puedas protegerlas.
- No te das cuenta de que son mujeres que saben perfectamente gestionar su vida.
-Las noticias todos los días hablan de mujeres maltratadas por sus parejas, y sin poderlo evitar, se te saltan las lágrimas al oírlo.
-Intentamos no agobiarlas, pero rezamos cada noche para que elijan bien, en su búsqueda de la felicidad y se enamoren de la persona adecuada, que las quiera y desearíamos que fueran felices para siempre.
-Esperas que ganen lo suficiente para no tener que preocuparse, pero que no quieres que trabajen tanto que sacrifiquen su vida, porque la vida es muy hermosa y hay que disfrutarla.
-Las madres nunca sacamos a los hijos de nuestra vida y siempre estamos alerta, por si nos necesitan y nos llaman.