Amy Chua, nacida en Chicago, hija de emigrantes chinos, y profesora de la Universidad de Yale, ha causado un gran escándalo con la publicación de su libro”Battle Hymn of the tigre mother” (Himno de batalla de una madre tigre).
-Ha tenido la osadía de arremeter contra los padres occidentales, por ser demasiado blandos y condescendientes con sus hijos, contribuyendo así a una generación de “perdedores” que marcará el declive de EEUU.
-Los argumentos de esta señora, no se sostienen, porque asegura que hay que educar a los niños desde muy pequeñitos, con una estricta disciplina que incluye el castigo, la humillación y el insulto. Añade que los estudiantes asiáticos son muy superiores a los demás, ya que la mayoría son geniales en matemáticas y virtuosos del violín o el piano.
-Dice que los progenitores occidentales, nos preocupamos demasiado por la autoestima, lo cual nos lleva a ser poco exigentes.
-No cree en los talentos naturales de los niños, y afirma que el trabajo duro, es la llave del futuro, y tienden a anular sus gustos, intereses y preferencias , obligándoles a todos a estudiar violín o piano como únicas actividades extraescolares.
-Los padres chinos, dice, ordenan a sus hijos que saquen sobresalientes, mientras que los occidentales les decimos que intenten hacerlo lo mejor posible, y si no les sale como esperábamos, les decimos que no se preocupen, que la próxima vez lo harán mejor, mientras que ellos, les llamarían vagos, cobardes, patéticos, o debiluchos….
- Uno de los ejemplos que pone, es que en una ocasión, su hijita Lulú, sacó B (Notable) en Matemáticas, y como castigo por no tener una A (Sobresaliente), la tuvo en vela durante toda la noche (sin dejarla levantarse ni para ir al baño), haciendo 2.000 problemas.
-Sabemos a ciencia cierta que el cerebro durante los 3 primeros años de vida, desarrolla un 90% de su tamaño adulto, y consolida la mayor parte de los sistemas y estructuras responsables de todo el funcionamiento emocional, conductual, social y fisiológico para el resto de la vida.
-Durante este periodo, el bebé necesita atención, caricias, amor, y por supuesto que dentro de su pequeño mundo, límites, pero límites marcados con paciencia, para que puedan discriminar fácilmente lo que pueden y lo que no pueden hacer.
-Los niños criados con relaciones de apego seguro, a la madre, al padre, a los cuidadores… al convertirse en adultos, tienden a establecer relaciones afectivas a largo plazo, basadas sobre la confianza, una buena autoestima, la capacidad de disfrutar de la intimidad con otra persona, de tejer sólidas relaciones sociales y de compartir sentimientos con los demás.
-Ha tenido la osadía de arremeter contra los padres occidentales, por ser demasiado blandos y condescendientes con sus hijos, contribuyendo así a una generación de “perdedores” que marcará el declive de EEUU.
-Los argumentos de esta señora, no se sostienen, porque asegura que hay que educar a los niños desde muy pequeñitos, con una estricta disciplina que incluye el castigo, la humillación y el insulto. Añade que los estudiantes asiáticos son muy superiores a los demás, ya que la mayoría son geniales en matemáticas y virtuosos del violín o el piano.
-Dice que los progenitores occidentales, nos preocupamos demasiado por la autoestima, lo cual nos lleva a ser poco exigentes.
-No cree en los talentos naturales de los niños, y afirma que el trabajo duro, es la llave del futuro, y tienden a anular sus gustos, intereses y preferencias , obligándoles a todos a estudiar violín o piano como únicas actividades extraescolares.
-Los padres chinos, dice, ordenan a sus hijos que saquen sobresalientes, mientras que los occidentales les decimos que intenten hacerlo lo mejor posible, y si no les sale como esperábamos, les decimos que no se preocupen, que la próxima vez lo harán mejor, mientras que ellos, les llamarían vagos, cobardes, patéticos, o debiluchos….
- Uno de los ejemplos que pone, es que en una ocasión, su hijita Lulú, sacó B (Notable) en Matemáticas, y como castigo por no tener una A (Sobresaliente), la tuvo en vela durante toda la noche (sin dejarla levantarse ni para ir al baño), haciendo 2.000 problemas.
-Sabemos a ciencia cierta que el cerebro durante los 3 primeros años de vida, desarrolla un 90% de su tamaño adulto, y consolida la mayor parte de los sistemas y estructuras responsables de todo el funcionamiento emocional, conductual, social y fisiológico para el resto de la vida.
-Durante este periodo, el bebé necesita atención, caricias, amor, y por supuesto que dentro de su pequeño mundo, límites, pero límites marcados con paciencia, para que puedan discriminar fácilmente lo que pueden y lo que no pueden hacer.
-Los niños criados con relaciones de apego seguro, a la madre, al padre, a los cuidadores… al convertirse en adultos, tienden a establecer relaciones afectivas a largo plazo, basadas sobre la confianza, una buena autoestima, la capacidad de disfrutar de la intimidad con otra persona, de tejer sólidas relaciones sociales y de compartir sentimientos con los demás.
-En cambio, cuando los vínculos de apego se rompen, suena la señal de alarma, y ya no hay vuelta atrás, empieza a tener ansiedad, y le quedará de por vida una inseguridad que le impedirá tener herramientas y recursos frente al desamor adulto, a las fustraciones, o al fracaso, y será un candidato preferente para la depresión.
-En resumen, los niños, que con amor, han aprendido a integrar la parte derecha y la izquierda de su cerebro, serán adultos con buenas relaciones sexuales, y sin problemas en la intimidad emocional, mientras que los niños regañados , insultados y menospreciados, tendrán consecuencias devastadoras, porque pierden su capacidad de establecer relaciones significativas durante el resto de su vida, y llegados a la edad adulta, tendrán dificultades con la intimidad emocional y con las relaciones íntimas.
-De adultos, estos niños criados sin el suficiente amor, alegarán a sus parejas exceso de trabajo, para evitar a toda costa la intimidad emocional.
-Este simple ejemplo parece bastante serio, porque si tenemos adultos tarados, que no son capaces de relacionarse con amor, lo harán de cualquier otra manera que no queremos ni pensar.
-Los resultados académicos, son importantes, y cada niño, debe esforzarse lo más posible, pero esto, es fácil conseguirlo ilusionándole con lo que hace, estimulándole, y procurando que pueda estudiar algo que le guste, que le haga feliz y que esté capacitado para ello.
-En resumen, los niños, que con amor, han aprendido a integrar la parte derecha y la izquierda de su cerebro, serán adultos con buenas relaciones sexuales, y sin problemas en la intimidad emocional, mientras que los niños regañados , insultados y menospreciados, tendrán consecuencias devastadoras, porque pierden su capacidad de establecer relaciones significativas durante el resto de su vida, y llegados a la edad adulta, tendrán dificultades con la intimidad emocional y con las relaciones íntimas.
-De adultos, estos niños criados sin el suficiente amor, alegarán a sus parejas exceso de trabajo, para evitar a toda costa la intimidad emocional.
-Este simple ejemplo parece bastante serio, porque si tenemos adultos tarados, que no son capaces de relacionarse con amor, lo harán de cualquier otra manera que no queremos ni pensar.
-Los resultados académicos, son importantes, y cada niño, debe esforzarse lo más posible, pero esto, es fácil conseguirlo ilusionándole con lo que hace, estimulándole, y procurando que pueda estudiar algo que le guste, que le haga feliz y que esté capacitado para ello.