-Esta tarde
me he encontrado a una señora que fue vecina mía hace años, y que ahora vive en un chalet a
las afueras de Madrid.
-La he dicho
que qué suerte poder vivir en un chalet, porque ella en el piso que
tenía, tuvo muchos problemas con los vecinos
de arriba y también con los de su lado, así que allí
podrá tener bastante independencia, ya
que los vecinos no viven al lado y ella disfrutará
constantemente de un precioso porche al aire libre,y de
mucho terreno para jardín o para una
pequeña huerta.
- Su
urbanización yo la conozco bastante bien porque allí vive una
profesora compañera mía del colegio, y siempre comenta el ambiente tan
agradable que hay en su comunidad y la de amigos que tiene …..
-Esta
señora, me ha dejado pasmada, porque casi sin dejarme terminar, se ha dedicado
a criticar a sus nuevos vecinos, al alcalde del pueblo, a los vecinos antiguos,
a sus nueras….en fin, que no ha dejado títere con cabeza recordado al cuento
del barquero.
- Un
barquero cruzaba con su barca a los vecinos de un pueblo a otro, y el que
opinaba que el pueblo que dejaba había sido bueno para él y su familia, se
adaptaba perfectamente al nuevo pueblo, y era feliz, mientras que el que
hablaba mal de lo que dejaba, se encontraba un poco más de lo mismo allí donde
se dirigía.
-Esta
señora, se peleó con la gente y tuvo problemas con la comunidad, su visión de
todo era muy negativa, y no se ha dado cuenta de que ha llevado con ella una
mochila llena de críticas, rencores y malos rollos, así que allí ha encontrado
un poco más de lo mismo.
-No debemos
criticar a nadie, porque cuando oyes a otro hacerlo, te suena muy mal.
-Que cada
uno se ocupe de su propia vida y de sus cosas, y si no tenemos nada bueno que
decir de alguien , lo mejor es que nos callemos, y no hablemos , porque no nos
importa.
-A lo largo
de nuestra vida, todos conocemos a personas amargadas y criticonas, que lo que
más les gusta es quejarse y criticar.
-Hablar con
ellas contamina, porque sin querer te ves metida en críticas que no están bien,
y que tú nunca harías. Están resentidas contra todo y contra todos, y tienen el
poder, de manchar lo bueno de la gente y convertirlo en malo.
-“Ven la
paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el suyo”.
-Creo que
debemos negarnos a participar en esas conversaciones tan destructivas, porque
mañana seremos nosotros el centro de sus críticas, y no nos parecería bien que
nadie la diera cuerda mientras nos criticaba, así que no vamos a hacer a nadie
lo que no queremos que nos hagan a nosotros, por eso si no tenemos nada bueno
que decir de alguien, mejor no hablamos de él o de ella.
-Es una gran
injusticia dedicarse a contar algo malo de alguien que al no estar presente no
se puede defender, por eso, es también una gran cobardía.
-Vamos a
proponernos no perder ni un minuto de nuestra preciosa vida hablando y
escuchando a malas personas envidiosas, criticonas y cobardes, y antes de decir
algo malo de nadie pensaremos que todos tenemos defectos y a veces también hacemos
muchas cosas mal, lo mismo que esa o
aquella persona que están criticando .
-Esas
personas, también tendrán virtudes que desconocemos y por ese motivo no debemos juzgarles, ya que “El que reprende debe ser irreprensible”.