sábado, 18 de enero de 2014

"La Esperanza"


La esperanza es una emoción que tiene mucho que ver con nuestras actitudes ante la vida.

Tener esperanza es  saber que vas a  encontrar las soluciones que nos brinda la vida cotidiana para  poder solucionar los problemas que nos agobian.

-Cuando tenemos esperanza, empezamos a darnos cuenta de que todo tiene solución, de que siempre hay una manera, y que  todo se  puede arreglar, solo hay que ver cómo.

-También es pensar que podemos conseguir aquello que soñamos, y esa esperanza nos hace actuar, tomar decisiones para arreglarlo, y  también sentirnos  mucho mejor con nosotros mismos.

-Si tienes ilusión por conseguir algo, te marcarás metas, lo que es básico es que mientras lo consigues no te des por vencido, y te aferres a tus ilusiones y perseveres; visualiza tus sueños como si ya se hubieran cumplido, y así seguramente se cumplirán.

-La esperanza es como un bálsamo que nos refresca en los malos momentos y nos da fuerzas para continuar.


-Sabemos que por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.

-Decía Séneca: “Los deseos de nuestra vida forman una cadena, cuyos eslabones son las esperanzas”.

-Hace mucho tiempo me contaron un cuento muy bonito, que me gustó, porque es un cuento de esperanza, así que os lo cuento:


                      La Balanza
-Una mañana fría de invierno, entró en una tienda de comestibles una señora pobremente vestida, se acercó al dueño, y le dijo muy bajito que , si podía fiarle la  compra, porque no tenía comida en casa porque su marido llevaba tiempo enfermo.

-El dueño, la miró enfadado, y la dijo que se marchara señalándole la puerta.

-Ella suplicó diciendo que lo pagaría en cuanto pudiera, pero el dueño movió la cabeza de un lado a otro y señaló la puerta.

-Al lado del mostrador había un cliente, que pasmado por la dureza del dueño, le dijo que la despachara lo que necesitara, que él se encargaría de pagarlo.

-El dueño, al ver que ella tenía un papelito en la mano, la dijo guasón:

-“¿Tiene usted lista de la compra?

.-La mujer dijo que sí.

-Entonces, dijo el dueño riéndose.”Ponga su lista de la compra en mi balanza, y le daré el peso de su lista en comestibles”.

-La mujer besó el papelito, sacó del bolsillo un pequeño lápiz y se puso a escribir su lista, poniéndola con manos temblorosas en la balanza.

-Todos se quedaron pasmados cuando al apoyar la mujer la lista en el plato de la balanza, este cayó hacia abajo, y se quedó allí quieta.

-El cliente sonrió y el dueño empezó a poner comestibles en la balanza, y esta no se movía, así que tuvo que poner más y más hasta que se equilibró.

-La señora cogió las bolsas y se marcho dando las gracias.

-El dueño no salía de su asombro, así que cogió el papel de la balanza que no pesaba nada, y vio que aquello no era una lista de la compra , sino una oración que decía:

-“Querido Señor, tú conoces mis necesidades, y por eso, yo voy a dejar esto en tus manos”