miércoles, 24 de septiembre de 2014

"El Perdón"




Perdonar  a veces es muy difícil, pero las personas que hemos ido a un colegio católico, y que además tenemos una familia,  no solo religiosa sino practicante; sabemos, porque lo hemos aprendido   desde la cuna, que cuando nos sentimos heridos porque  alguien a quien considerábamos amigo  nos ha hecho daño, siempre recordamos la frase:

-“Dios no perdona al que a otro no perdona”.

-“Si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre Celestial”. (Mateo 6: 14-15).

-Lo malo es que aunque sepamos que  siempre nos hemos portado muy bien con ellos, y les hayamos tratado con muchísima consideración y cariño, aconsejándoles y apoyándoles (porque sabíamos que  estaban pasando  una mala  racha); de pronto, un día, sacan la soberbia a pasear, y te dan un disgusto tremendo que tarda muchos días en pasar , sin que vuelvas a saber de ellos, en muchísimo días.


-Esta mañana, mientras tomábamos un aperitivo, mi amiga Mayi y yo hemos estado hablando del perdón,y,  del  remordimiento que nos queda cuando nos enfadamos con alguien que creíamos amigo,  y sentimos que nos duele, pero que no somos capaces de perdonarle…..

-Yo, opinaba que si perdonas pero no olvidas, es como si no hubieses perdonada; pero ella que es una persona inteligente, razonable y culta, argumentaba que si una persona te ha hecho daño, y tú descubres que no es la persona que decía ser, o que tú creías que era; tú puedes perdonarla, pero  ya no tienes por qué seguir siendo su amigo.


-Creo que tiene razón, si alguien en quien tú has puesto confianza, y  cariño,  intentado ayudarla cuando tenía problemas; la has aconsejado siempre con generosidad, y  de pronto,  por soberbia, te da un corte tremendo en un momento de fragilidad extrema para ti y ves que no le importas nada, y que solamente se ha dedicado a llamarte, a escribirte y a perseguirte porque en aquellos momentos le resultaste útil.....

- Quizás es mejor cerrar ese círculo.

“-Los amigos son la familia que se escoge”,; así que de la misma manera que tú les escogiste, pues puedes dejarles ir,  cuando ya no sea así,  y no les sientas amigos de verdad.

 -La decepción de un mal amigo; es como la traición en la pareja, no tiene arreglo, así que quizás Mayi tenga razón, y sea mejor perdonar,  y soltar  ese hilo invisible con el que les sujetábamos, porque los amigos son como los globos, si los sueltas,  es porque no quieres tenerlos, y prefieres  que  no regresan más…..

-La familia es diferente, somos sangre y nunca dejaremos de serlo, por mucho que nos enfademos; así que  cuando tengamos  desencuentros familiares, lucharemos por arreglar la situación cuanto antes.

-Nos  sentaremos  frente a frente, mirándonos a los ojos,  porque si nos miramos, bajará muchísimo nuestro rencor, y podremos hablar   por turno.

-Desgraciadamente no se puede comparar nuestra forma de tratar  a los familiares con el trato que  damos a los amigos, porque  casi siempre solemos ser  muchísimo más corteses, y  más  amables  con los amigos; o sea que cuando existan enfados o rencillas.   somos mucho más responsables  de los problemas que surjan con la familia que con los amigos, porque en familia, casi nunca nos hemos esforzado de la misma manera.

-Seguiremos intentando portarnos con honestidad, pero lucharemos por ser felices.

- Seremos sinceros con nosotros mismos, no perderemos más tiempo con quien no merece nuestro cariño ni nuestra amistad,  a pesar de que rezaremos por ellos, si creemos que lo necesitan;  así  nos armaremos de valor para llevar a la práctica sin ningún tipo de remordimientos, el  refrán español tan castizo que dice:


-“Amigo que no sirve, y cuchillo que no corta, aunque se pierda no importa”