Apreciar es sentir afecto o estima por alguien,
pero también es valorar, tener en buen concepto, reconocer el mérito de algo o
de alguien.
Todos necesitamos sentirnos queridos, es tan
importante para nosotros como comer y dormir.
-Las personas que nos aprecian y nos lo demuestran , consiguen hacernos sentir
importantes y útiles, y esta es una de las sensaciones que nos hace más felices
a los seres humanos.
-El sentirnos merecedores de cariño, aumenta
nuestra auto estima, y nos hace querernos y valorarnos a nosotros mismos.
-Desgraciadamente en nuestra sociedad moderna
tan lista y civilizada , se acostumbra a enumerar todo lo malo que tienen las
personas , los animales y las cosas, para arreglarlas, en lugar de investigar
todo lo bueno y desarrollarlo y fomentarlo, que sería lo más lógico.
-El Dr David Cooperrider de la Universidad de
EUA, sostiene que “El aprecio no solo reconoce las cualidades que ya existen,
sino que las nutre y las potencia”, y esta es la base de su “indagación Apreciativa”,
que consiste en investigar desde una postura de aprecio, sobre lo que está bien
en las personas o en las organizaciones.
-En cualquier relación, como dice Robert
Conklin, los tres factores más importantes son :
-La aceptación, la aprobación y el aprecio,
porque si me aceptan , yo me podré aceptar a mí mismo, y a partir de ahí,
podremos construir algo juntos.
-La gente necesita sentirse apreciada en
cualquier situación. Está demostrado que los mejores vendedores son aquellos
que sonríen , escuchan la los clientes, y valoran sus opiniones.
-La alabanza es necesaria en la educación de los
niños, y no se suele utilizar todo lo que se debiera, porque tendemos a regañar
por algo malo o regular, pero no siempre ponderamos adecuadamente lo bueno.
-Alabar a un niño, o a un adulto, un trabajo
bien hecho (por sencillo que sea), anima a querer hacer bien cualquier cosa,
aunque solo sea para volver a recibir el
premio de la sonrisa, del abrazo, o de
la ponderación.
-Los niños aprenden lo que viven, por eso un
niño que vive ponderado y apreciado, de adulto será una persona agradecida y
amable, porque aprendió a agradecer y a ponderar.
-Elogiar un trabajo bien hecho, en la oficina,
en el colegio, en la vecindad, hacen un efecto enorme en las personas que los
reciben, que a su vez tratarán mucho mejor a todos los que se relacionen con
ellas, porque ya sabemos que nuestra vida es un boomerang, donde hacemos lo que
nos hacen , y devolvemos lo que nos envían .
-En la vida cotidiano de cualquiera tanto
profesional como familiar, esta manera de actuar apreciando lo bueno, generará
mucho entusiasmo y alegría en las personas, que querrán hacer las cosas cada
vez mejor.
-Practicaremos esta misma noche, apreciando con
sinceridad las cosas bien hechas por los miembros de nuestra familia por
pequeños que sean.
-Podremos empezar por decir cosas como ¡qué bien
estás cenando!....o ¡que bien te estás poniendo el pijama!, a los más pequeños
de nuestra familia…..
-Buenas noches.