-Esta frase que me acaba de mandar mi hija, me ha dado pie para escribir mi entrada de hoy, puesto que la mayoría de las mujeres muchas veces ponemos a todos por delante de nosotras.
-Las madres sabemos mucho de esto, ya que en cualquier casa cuando falta algo en la mesa porque se presentó un invitado, varios repitieron, o porque quedó un poco escaso,la madre enseguida dice que a ella no le apetece, o que está muy llena, y todos la creen, ya que lo hace a menudo...
-Las mujeres solemos anteponer los deseos de nuestra familia a los nuestros. Y a veces, nos damos cuenta de que hemos aceptado una serie de cosas para que los nuestros sean felices y muchas veces ellos no sólo no lo valoran, sino que ni siquiera se dan cuenta.
-Ahora al charlar con una amiga, me cuenta que acaba de leer un libro interesantísimo , escrito por una psicóloga “Felicidad flexible”, que pone como ejemplo las instrucciones que nos da la azafata al subir al avión, sobre cómo actuar en caso de emergencia:
-“Si viaja con niños o personas mayores , en caso de emergencia, póngase PRIMERO su máscara y luego coloque las de sus acompañantes.
-Nos hemos reído a carcajadas, por lo sencillo y tonto que parece, ya que las grandes cosas son siempre sencillas.
-¿Como voy a dar felicidad a los demás si yo no soy feliz? Es básico que actualicemos nuestro comportamiento, y que acabemos con tanto sacrificio innecesario.....je,je.
-A lo mejor a fuerza de ceder y ceder , acabaremos siendo mujeres sumisas,( nosotras que presumíamos en la Universidad de ser chicas liberadas y con derechos), y nos llenamos de rabia acumulada, porque como decía mi querida amiga Irene Cicero “Los sentimientos que no se expresan se convierten en resentimientos”.
-A partir de ahora priorizaremos nuestras necesidades y nuestros sentimientos, y dejaremos a un lado esa costumbre de querer complacer a los demás.
-Ahora nos damos cuenta a través de los ojos de nuestros hijos, que nos consideran un poco tontas, les parece que no sabemos nada porque somos lentas en las nuevas tecnologías; eso se tiene que acabar, nosotras sabemos que somos mujeres valiosas que hemos vivido una vida muy complicada y que hemos tenido muchos recursos para solucionar problemas difíciles: les hemos criado, cuidado , ayudado y empujado en el camino de la vida, y ahora merecemos ser felices y dejar de sacrificarnos.
Termino con una frase de Virginia Woolf:
-“Los ojos de los demás son nuestras carencias, y sus pensamientos nuestras jaulas”.
-Buenas noches