viernes, 17 de noviembre de 2017

"Los Malos Momentos"




(No he podido resistir y he vuelto a poner a esta chica de Kanako llorando desconsoladamente)

Decía Winston Churchil:”Si estás pasando  por un mal momento, sigue adelante”.

-Es un consejo magnífico, porque creo que casi todos tendemos a recrearnos en ellos, y dándoles vueltas y  contándoselo a nuestros amigos solamente conseguiremos aumentarlas .

Dejaremos pasar lo malo , para que haya un buen sitio que ocupe enseguida todo lo bueno que queremos, necesitamos y nos merecemos.

-Los chinos consideran que nuestro cuerpo está regido por el “chi”, que es la energía, por eso si  esa energía es armónica y positiva, tanto nuestro cuerpo como nuestra mente estarán sanos.

-Cuando estemos viviendo una mala racha llena de malos momentos; lo mejor será que utilicemos nuestro sentido del humor como herramienta  para luchar contra la tristeza de nuestra alma.

-Si no vemos manera de animarnos y no podemos llenarnos de buenos pensamientos , la solución ideal es ir a mirarnos en el espejo.

-Cuando sonreímos, contraemos unos músculos que modificarán nuestro riego sanguíneo y  conseguirán que liberemos  endorfinas de placer en nuestro cerebro, así que cuanto más sonriamos, mejor nos sentiremos.

-La risa es tremendamente contagiosa, así que cuando nos riamos, conseguiremos que también se rían los que nos rodean, por eso cuando nos sintamos tristes o melancólicos la mejor terapia es rodearnos de gente risueña .

-Los malos momentos suceden; si tienen arreglo, lo intentaremos arreglar, pero si no lo tienen, lo mejor es hacer lo que nos aconseja Churchil, e intentar pasar página y ser felices.

-Las tribus  indias que adoraban a la Madre Tierra nada más levantarse , saludaban al nuevo  día, y creían que la luz solar les llenaba de fuerzas para emprender su camino, llenándoles de energía y fuerza.

-También influye mucho  en nuestro estado de ánimo la respiración , estamos inspirados decimos cuando nuestro cerebro funciona y tiene buenas ideas, y esa inspiración nos llega cogiendo el oxígeno del aire y repartiéndolo por nuestra sangre y nuestros pulmones.

- Antes de poner el pie en el suelo, recomiendan los neumólogos que cerremos los ojos y respiremos profunda y lentamente por la nariz hasta sentir que hemos llenado nuestros pulmones, y que lo expiremos soplando suavemente por la boca; así mientras lo hacemos, relajamos no solo nuestro cuerpo, sino que también lo hará nuestra  lamente.

- Buenas noches.