Esta mañana hablando con una amiga , hemos
estado acordándonos del disgusto que tuvo ella cuando su marido chocó con otro
coche y estuvo hospitalizado en observación, porque no recobraba el conocimiento.
-Lo que más la agobiaba era que el día del accidente habían discutido por tonterías
domésticas, y ella como estaba enfadada,
no quiso darle un beso de despedida como cada mañana.
-Durante los dos días que él estuvo en la UCI,
ella no paró de lamentarse , y siempre que puede nos insiste en que es preferible perder el orgullo en alguna
ocasión a permitir que tu marido, hijo, familiar o amigo, salga de casa sin
hacer las paces.
-Si quieres a la persona con la que te peleas,
siempre hay una manera de arreglar las cosas y evitar un alejamiento.
-Es que nuestro ego a veces puede
controlarnos y por no perder el orgullo,
perdemos a una persona querida.
-Cuando discutimos con nuestro cónyuge o con
nuestra pareja, no lo hacemos respetando las mismas normas con las que solemos
discutir con otras personas.
-A veces el exceso de confianza, hace que
tengamos una gran falta de respeto y no nos demos cuenta .
-En primer lugar. Cuando discutimos con
cualquier persona, escuchamos sus
argumentos y luego contestamos con los nuestros, pero con los íntimos, muchas veces no hacemos lo mismo, ya que según están
hablando, les interrumpimos subiendo el tono de voz , sin esperar a que terminen.
-Tampoco nos paramos a pensar que pueden tener
sus razones, y presuponemos que como nosotros tenemos razón, él deberá
escucharnos.
-Creo que deberíamos hacer la prueba y mostrar
respeto por sus sentimientos, y escuchar con atención como expresa sus
emociones antes de atacar, y una vez que tenemos claro sus motivos, entonces en
vez de chillar, argumentar de manera tranquila y clara….jajaja.
-Esto es algo dificilísimo de hacer en una pelea
doméstica , pero podemos intentarlo a ver que sucede....
-De todas formas ., el consejo de mi amiga es
razonable y si dejas que salga de casa enfadado tu marido , tu hijo, tu
madre…etc , te quedará todo el día un mal sabor de boca que no merece la pena.
-Así que intentaremos arreglar las cosas en caliente y todos seremos mucho más felices.
-Buenas noches.