Nuestras emociones las controla el cerebro. El
sistema Límbico en concreto es el responsable de nuestras emociones y de nuestros instintos más básicos relacionadas
con la supervivencia como encontrar la pareja apropiada.
-La amígdala, es la que siempre nos ayuda en los
casos en los que estamos nerviosos , estresados, inquietos, presentándonos un
panorama más tranquilo y equilibrado para que no sucumbamos a los ataques de
ansiedad o de pánico.
-El amor lo controla el núcleo estriado según unas
recientes investigaciones de la Universidad de Concordia en Canadá. Este lugar es el mismo que se
activa cuando las personas tienen una adicción a las drogas, al alcohol…etc,
porque el enamoramiento tiene mucho en común con la drogadicción.
-Un artículo interesantísimo de la revista Quo,
cuenta de una forma muy entretenida que entre las personas existe una química,
y que estas sustancias nos vuelven dependientes, soñadores, osados e
invencibles….
-Según Adolf Tobeña catedrático de de Psicología Médica y Psiquiatría de la
Universidad Autónoma de Barcelona:
-“Primero se activan los esteroides sexuales; preferentemente los
andrógenos. A esos motores se les añade el disparo de los sistemas de dopamina
y noradrenalina centrales. Es un cóctel
combinado de esteroides sexuales más neurohormonas”. Activa áreas de recompensa
porque es una emoción necesaria para establecer lazos duraderos entre seres
humanos.
-La dopamina es la protagonista del amor pasional,
pero la serotonina, oxitocina, , prolactina y opioides endógenos, ayudarán
a fabricar el afecto y la lealtad duradera.
-El lazo maternofilial, el amor romántico y la
unión duradera en pareja, son muy importantes desde el punto de vista
evolutivo, por eso mamíferos y aves han desarrollado tres sistemas primarios
para la seducción, la evolución, la reproducción y el cuidado de la
descendencia.
-Así que nos seguimos enamorando igual que hace
cientos de años, y vemos que también se pueden enamorar los animales como este orangután
salvaje de una reserva de Borneo, que
está tan enamorado de su hembra que si ella está lejos, no come , y en cuanto
aparece, se dedica a acariciarla con dulzura.
-Buenas noches.