Ayer leí un correo que me mandó una seguidora de
mi blog, contándome que tiene la custodia compartida, y que al leer la entrada
de ¿Qué clase de madre soy?, se sintió un poco culpable, pensando que a veces
pierde la paciencia con los niños.
- Sin querer he borrado su correo cuando
tiraba los de publicidad, así que si lee esta entrada, me encantaría que me
volviera a escribir, porque he perdido su dirección.
-Las madres no estamos hechas de plástico duro,
y tenemos días mejores y peores, y los niños son listos y enseguida se dan
cuenta; es uno de los aprendizajes que necesitan para crecer armónicamente,
porque la casa es un ensayo para salir a la calle, y nuestras actitudes serán
las que ellos copien, porque los niños copian lo que ven, no lo que oyen.
-Ser madre es muy difícil siempre, pero
muchísimo más cuando papá no está en casa, porque casi siempre, cuando los
niños vuelven de estar con él, cuestionan constantemente la autoridad de la
madre.
-Las mujeres tendemos siempre a culpabilizarnos
por todo, y solemos sentirnos responsables de cualquier cosa que les suceda a
nuestros niños por exceso o por defecto.
-Creo , desde mi experiencia como madre,
profesora de Primaria, y ahora abuela, que lo más importante para que una
familia funcione es que los niños se sientan queridos e importantes, debemos
ser capaces de escucharles, porque ellos aunque sean pequeños, tienen sus
razones, y si no las sabemos , no habrá comunicación fluida.
-Tendremos pocas reglas, pero se respetarán a rajatabla.
-Hay que procurar no cambiar de opinión, porque
los niños son muy listos y se dan cuenta inmediatamente de nuestra debilidad, y
se aprovechan, por eso no deberemos dar opción a que nos hagan chantaje
emocional, y procuraremos que un ¡No!, sea siempre un ¡No!
-Nunca queramos ser amigos de nuestros hijos, ni
colegas, somos sus padres, y una de las cosas que más confunden a los niños, es
ver que sus padres se comportan como niños.
-Deberemos hacer que nuestra casa sea un lugar
alegre y divertido, donde nuestros niños se sientan seguros y a gusto.
-Los niños alegran la vida, y en vez de
regañarles por sus risas, nos reiremos
con ellos de cualquier cosa, y disfrutaremos de nuestro tiempo juntos, porque
es mucho mejor y más útil la calidad que la cantidad de tiempo que les
dediquemos.
-Las madres trabajadoras llegamos siempre a casa,
cansadas, sintiéndonos culpables, y,
deseando verles; por eso, en esos
momentos únicos, hay que intentar no
enfadarnos por tonterías, porque los adultos somos nosotros, y a veces una cosa
que hace o dice un niño, la juzgamos con los ojos de adultos, y los niños dicen
a veces cosas que se les vienen a la cabeza, por broma y sin mala intención..
-Los niños que viven castigados, aprenden de muy
mala manera las reglas y las normas, por eso , yo siempre he utilizado la regla
de oro que consiste en “fastidiarles”.
-Cuando desobedecen o contestan mal, porque no
quieren hacer los deberes por la tarde, lo mejor es no enfadarnos, porque las
regañinas y los discursos en las situaciones conflictivas, no sirven mas que
para aburrirles; así que lo mejor será decirles: ¡Perdona cariño, no me había
dado cuenta de que estás muy cansado, así que te vas a acostar prontito, y
mañana te levantarás mucho mejor. Esto dicho sin enfado hace muchísimo más
efecto que gritos y malas palabras.
-Si somos capaces de acostarles, al día
siguiente solamente con preguntar cuando se portan mal .¿Estás cansado, a lo
mejor prefieres acostarte antes?. Inmediatamente, se pondrán firmes y obedecerán al instante.
-Educar a los niños, no es tarea fácil, porque a
veces nos cansamos de repetirles lo mismo, pero “La gotita de agua horada la
piedra, no por su violencia, sino por su frecuencia”….
-Si les educamos bien, de mayores , tendrán una serie de valores, y
de comportamientos que nos harán sentirnos orgullosas de ellos , y lo digo por experiencia.
-A mí me ha dado muy buen resultado , porque mi
marido es auditor, y muchas veces viajaba por trabajo de lunes a viernes, así
que yo me las tenía que arreglar con los tres, y siempre que podía utilizaba
esa regla de oro, diciéndoles : ¡Creo que será mejor que no vayas al cumpleaños
de tu amigo, porque está muy atrasado en el trabajo del cole, y deberías
aprovechar el sábado para ponerte al día!.... enseguida se ponían a terminar
sus tareas para no perderse el cumple….
-Ese tipo de cosas consiguen que se pongan las
pilas y nos obedezcan, porque los niños no reaccionan ante nuestras palabras, sino ante nuestros hechos.
-Mi madre, me decía cuando nació mi primer hijo:
Tú le has traído a este mundo, y es tu responsabilidad enseñarle las reglas
para vivir en él.
-Para terminar, cuando nos equivocamos ,
deberemos disculparnos y reconocerlo, porque nuestra debilidad, será su fuerza.
-Espero el correo de mi nueva amiga , y confío
en que le haya servido un poquito.
-Buenas noches