Hoy en Madrid hace calor, al sol no hay quien
pare, así que al volver a casa, he pensado que no tengo más remedio que guardar
la ropa de abrigo, y dejar espacio para
la más fresquita de primavera – verano.
-Aprovechando esta mini limpieza y orden, vamos a hacer lo mismo con nuestra vida; sacaremos de nuestra cabeza todo lo que no nos ha gustado este invierno, no nos ha servido, o simplemente no hemos utilizado, y lo dejaremos fuera, para que lo use alguien que lo quiera , que le guste o que lo necesite.
-Últimamente hemos tenido días de calor, de frio, lluviosos y con esta locura, no apetecía guardar nada para ahorrarnos el trabajo de tener que
sacarla de nuevo, si empeoraba el tiempo, pero creo que ya va siendo hora de
hacerlo.
-Llevamos más de una semana poniendo lavadoras,
lavando los jerséis, bufandas, pantalones
y todo lo que se puede lavar en casa: tenemos que recoger lo demás en
la tintorería, porque la ropa de otra temporada, nunca debe guardarse sin
lavar, si queremos encontrárnosla en perfecto estado en septiembre cuando la
empecemos a necesitar.
-Tenemos que reservar un armario, o al menos una
parte de él a la ropa de invierno larga y también para la ropa delicada, como
abrigos, trajes de fiesta , gabardinas ..etc, abrocharemos los botones,
subiremos las cremalleras, vaciaremos los bolsillos, y les pondremos encima
fundas de tela, porque esta ropa no se debe empaquetar , ya que los tejidos
sufren mucho y se tazan con facilidad, así que colgaremos del gancho de las
perchas saquitos con bolas de naftalina, pétalos olorosos, lavanda…etc.
-La lencería fina, se debe envolver en papel de
seda para evitar que amarillee, y salgan manchas.
-Mi madre decía que la ropa nunca se debe
guardar planchada, porque la plancha fija la suciedad y los gérmenes, así que a
doblarla, y a guardar.
-La ropa de invierno, es la que más trabajo nos
da a la hora de guardarla, porque abulta
mucho, y si no la colocamos con mucho cuidado, se nos marcarán arrugas que la
próxima temporada podrían ser perennes.
-Mi hija Gema, enrolla las cosas delicadas , y
al sacarlas están siempre perfectas y listas para ponérselas.
-En invierno
solemos tener un montón de complementos como bufandas, pañuelos, gorros,
medias calcetines, y lo mejor para todo esto , es meterlos estiraditos en unas
fundas muy prácticas de Ikea con cremallera y unas bolitas de antipolilla con
aromas florales.
-Ahora empieza lo bueno, porque si ya has
decidido dónde poner toda la ropa de invierno, tus armarios habrán quedado
vacíos, y estarán dispuestos a recibir la ropa más ligera.
-Empezaremos por las camisetas que son una pieza
indispensable de nuestro vestuario, y como abultan poco, las podemos doblar de
manera que veamos los dibujos de todas, y podamos escoger una sin desordenar
todas.
-¡Manos a la obra!