“Se cazan más moscas con miel”.
-Este refrán me encanta porque creo que
efectivamente conseguimos mejores resultados cuando queremos obtener algo de alguien , de buenas
maneras, con educación, con paciencia , con dulzura, que gritando , regañando o
castigando.
-Esta mañana he tenido una pequeña discusión con
Carlos, el marido de mi amiga Ana, porque él mantiene que con mano dura y
disciplina férrea, se consiguen mejores resultados y Ana Y yo, estábamos totalmente en desacuerdo.
- Mi experiencia de 35 años dando clase a niños
de Primaria, me ha demostrado miles de veces en cualquier
nivel , que desde los pequeñitos de 4
años , hasta los adolescentes del COU reaccionan mucho mejor a los mensajes de
cariño que a los castigos y los gritos.
-El castigo, es algo desagradable que provoca
aversión a la persona que lo recibe, y que no creo que consiga enderezar un mal
comportamiento.
-En nuestra época era una medida corriente en el
colegio. Si nos portábamos mal las
monjas nos castigaban , pero yo, mirando hacia atrás con la experiencia de la
vida que he adquirido, creo sinceramente que no solo no conseguían nada, sino
que los niños castigados , se vuelven malos y rencorosos; cuando eran tan solo
niños traviesos y un poco desobedientes.
- Todas hemos tenido amigos y conocidos cuyos
padres les castigaban , e incluso pegaban y la mayoría años después han acabado
distanciándose de sus padres y su “castigo para ellos”, ha sido tratarles lo menos posible, apartarles de sus
vidas y de las de sus hijos, en una
venganza por los malos ratos que les
hicieron pasar .
-Los niños son básicamente buenos, pero son
niños traviesos, juguetones, desobedientes, y es nuestra responsabilidad enseñarles , de la misma
manera que les enseñamos tantas cosas que suponen un peligro para sus vidas.
-No se trata de dejarles hacer lo que sea, sino
que hay que enseñarles a saber con claridad lo que pueden y lo que no pueden
hacer . Vivimos en una sociedad donde hay normas y reglas , y se les deben
enseñar explicándoles cómo funcionan.
-Educar es un trabajo duro y necesitamos
cargarnos de paciencia, y debemos no solo mostrarles alternativas, sino que
también deben darse cuenta de que su mal comportamiento ha tenido consecuencias
en los demás , porque vivimos en sociedad.
- Los niños pequeños que cuando se enfadan y rompen
sus juguetes, tendrán que darse cuenta de que ya no les sirven , que no se
pueden arreglar y que se han quedado sin ellos por su culpa y su mal genio.
-Cuando ellos interiorizan que sus malos modos
tienen consecuencias perjudiciales, empiezan a entender que hay que respetar
las reglas por el bien de la familia, de la clase, de la pandilla o del grupo
al que pertenezcan.
-Tenemos que intentar educar a los niños para
que sean felices y deben ver que respetando unas normas de convivencia , viven
y dejan vivir, por eso no sirve de nada humillarles, insultarles y echarles en
cara lo malos que son, sino que hay que reflexionar sobre lo sucedido y
permitirles comparar lo que hubiera pasado si no se hubieran enfadado tanto.
-Son muchas las familias que son incapaces de
educar a sus hijos con amor y emplean el
castigo como pretexto para conseguir que le hagan caso , sin lograrlo. El
castigo creo que debería ser la última alternativa de los padres.
-Si saben lo que deben y lo que no deben hacer y
sus consecuencias, es mucho más probable que escojan bien lo que hacen .
-Un niño maleducado, lo único que quiere es
enfadarnos y crear polémica. Quiere atención aunque sea negativa , por eso lo
mejor si podemos es no hacerles caso cuando tienen una rabieta , y cuando
acaben y estén cansados, hablamos con ellos de lo que ha sucedido.
-Es una labor difícil, pero da muy buenos frutos,
porque no hay nada mejor que criar unos
niños alegres y felices sin miedo ni castigos .
-Buenas noches.