He estado ordenando mis libros, y releyendo uno de mis favoritos
. “Chocolate caliente para el alma” de Jack Canfield y Mark Hansen( 90
historias de la vida real, editado en el año 1995) y me he encontrado con un
precioso texto de Virginia Satir que
quiero compartir con vosotros, por lo actual y práctico que me ha parecido.
-Virginia Satir, era asistente social y solicitó un
puesto para dar charlas a un grupo de personas de distintas razas y con
diferentes tipos de familias que solo tenían en común el hecho de que todos
vivían de la ayuda social.
- La concedieron algo de dinero y un gran salón
para reunirlas todos los viernes,
durante 3 horas.
-En la primera reunión, después de presentarse a
ellos y saludarles, les dijo que tenía
mucho interés en conocer sus sueños, porque todos sin excepción, tenemos un
sueño….
-Algunos contestaron enfadados, que ellos no tenían
ningún sueño.
-Una mujer gritó:-¡ que sueño voy a tener si a mis hijos se les comen
las ratas!; a lo que ella contestó:
-Entiendo perfectamente tu preocupación, ¿qué se te ocurre que puedes hacer al
respecto?.
-Podría usar un nuevo tejido en mi puerta para
que no entraran, porque está lleno de agujeros.
-¿Hay alguien aquí que sepa poner una buena malla metálica en la puerta? , preguntó al
grupo.
-Hace mucho tiempo, yo me dedicaba a eso, y
aunque ahora tengo mal la espalda, podría intentarlo, contestó un hombre.
-Le dijo que sí, y dándole algo de dinero , le
envié a la tienda a comprar lo necesario.
-A la semana siguiente , cuando el grupo ya
estaba reunido, pregunté a la mujer: ¿ qué tal va todo. ¿Se solucionó el
problema de la puerta?
-¡Oh, sí, dijo muy sonriente; entonces,¿empecemos
a soñar! ¿no?.
-La señora la dirigió una especie de sonrisa.
-¿Cómo te sientes?, preguntó Virginia al hombre
que había arreglado la puerta.
-Bien, ha sido algo muy divertido y gratificante
para mí, respondió sonriente.
-Estos fueron los primeros pasos que permitió a
este grupo de gente desesperanzada empezar a
pensar en que las cosas podían
mejorar.
-Empezó a preguntar a los demás. Una señora dijo
que su sueño de siempre había sido ser secretaria, y al preguntarle por qué no había estudiado, respondió que tenía 6 hijos y
no tenía con quien dejarles durante las clases en la Escuela Municipal.
-Otra señora levantó la mano y dijo que ella
también tenía hijos, y que si se los llevaba a su casa, les cuidaría durante
las clases y así surgieron un montón de soluciones….
-En 12 semanas, estas 12 personas dejaron de
depender de la Beneficencia, empezaron a ganarse la vida y recuperaron su
autoestima y su dignidad perdida.
-Cada uno encontró algo:
-El hombre que arregló la puerta , se colocó
haciendo trabajos manuales.
-La señora que cuidó los niños, obtuvo su
licencia de cuidadora infantil.
-La secretaria , se colocó en una oficina, y
todo gracias a que alguien les recordó que siempre hay una manera para
conseguir nuestros sueños.
-Buenas noches.