Hablamos y hablamos de la felicidad y creemos
que es una especie de concurso para conseguir fama, dinero y prestigio social,
pero la realidad nos descubre que no es así y que no tiene nada que ver con
ninguno de esos logros .
-Tampoco vamos a caer en la tontería de decir
que el dinero, la fama y el prestigio social solamente nos conducirán a una
vida llena de sinsabores, porque no es verdad, y razonaremos aclarando que si
somos felices , y tenemos dinero, nos encantará tenerlo y podremos hacer muchas
cosas con él y seremos más buenos si somos buenos y podremos ayudar a otros, si
nos gusta ayudar .
-Investigadores del” Laboratorio de Neurociencia
Afectiva de la Universidad de Wisconsin”, nos sorprenden con sus fundamentos científicos, al
demostrarnos que “el hombre más feliz del planeta,” es un monje budista que
vive de la manera más austera que nos podamos imaginar en una celda de dos por
dos.
-Los argumentos que creíamos básicos para
obtener la felicidad que eran poseer dinero, éxito profesional y relaciones
sexuales, se caen por su peso al ser un monje budista célibe.
-Matthieu Ricard, una eminencia científica, un
joven francés experto en genética
celular , que trabajaba en el Instituto Pasteur de París que estaba en la cima
del éxito profesional, con mucho dinero, hijo de una familia importante, que
tenía “el mundo a sus pies”, un día decidió que quería cambiar de vida y ser
feliz.
-Matthieu se fue al Himalaya, adoptó el celibato
y la pobreza de los monjes. Aprendió a leer el tibetano clásico, y empezó una
vida desde cero.
-Actualmente es la mano derecha del Dalay Lama y
ha donado millones de euros producto de la venta de sus libros a monasterios y
obras de caridad.
-Gracias a la plasticidad cerebral, nuestra
mente es capaz de modificar nuestro cerebro por medio de los pensamientos que
elegimos.
-Nuestro cerebro puede desarrollar y fortalecer
sus neuronas que más usamos, por eso deberemos vigilar nuestros pensamientos .
-Cuando tenemos pensamientos negativos, hay
mayor actividad en el córtex derecho de nuestro cerebro, y tendremos:
-Mayor ansiedad.
-Depresión.
-Envidia.
-Hostilidad hacia los demás…etc.
-En resumen, somos mucho más infelices.
-En cambio cuando pensamos en positivo, deseando
el bien de los demás.
-Cuando vemos el lado amable de la vida, estamos
ejercitando el córtex izquierdo, elevando las emociones placenteras y la
felicidad.
-Según aconseja Ricard, (el hombre más feliz del
mundo) en su libro “En defensa de la felicidad”:
“Deberemos trabajar
diariamente para debilitar esos músculos de infelicidad que hemos fortalecido
tanto , creyéndonos víctimas de nuestros
padres, de nuestro entorno, de nuestro pasado”.
-“Comenzaremos a la vez a ejercitar los músculos
mentales que son los que nos hacen responsables de nuestra propia felicidad”.
-La felicidad es un asunto del espíritu, y la
llave la tenemos dentro de cada uno de nosotros, y no depende de nada ni de
nadie .
-“Seremos
felices al dejar de culpar a los demás de nuestra infelicidad, porque la
solución está dentro de nosotros”.
-Buenas noches.