Cuando atravesamos una mala racha, nos damos
cuenta de que nos hemos dejado arrastrar por ella, y eso hay que
corregirlo cuanto antes.
-En primer lugar habrá que encontrar
la manera de ayudar a nuestro cerebro a ser más flexible, comprensivo, atento
y generoso de lo que está siendo últimamente.
-En estos momentos a todo el mundo le sobran
consejos muy prácticos para enseñarnos la manera de lograrlo, pero muchas veces
son solo teorías y lo que nosotros necesitamos
es practicar para empezar a actuar como
si ya fuéramos felices, y así lo seremos.
-Nuestra felicidad es solo nuestra, así que no
existe una receta mágica que se logra pesando y midiendo una serie de
ingredientes, sino que lo conseguiremos haciendo un trabajo individual y
creativo que nos conduzca a lograr nuestras metas y nuestros sueños.
-Nuestros pensamientos son tan importantes e
influyen tanto en nuestra vida que son capaces de generar nuevas conexiones
cerebrales, e incluso pueden moldear nuestro cerebro.
-Cuando tenemos un gran bajón en nuestro estado
de ánimo, esos pensamientos negativos y obsesivos, ralentizan la coordinación
cerebral, e incluso disminuyen la actividad de la zona prefrontal del cerebro
por lo que nos es muy difícil hallar solución a nuestros problemas.
-Es importante
controlar nuestros procesos
mentales y si queremos tener buena salud, no tendremos más remedio que hacerlo.
-Tener ilusión es buenísimo para la salud mental
y nos dará una gran felicidad, además de dopamina, serotonina y una maravillosa
sensación de bienestar.
-Es muy importante que cada día tengamos un plan
y una meta; algo que lograr que puede ser desde ver a esa amiga con la que no
hablamos hace tiempo, ordenar nuestra biblioteca, leer ese libro que nunca
acabamos, o dar un paseo por las calles de la ciudad o del pueblo.
-Buenas noches.