Muchos de
nosotros vivimos preocupadísimos por mil cosas que realmente no son de nuestra
incumbencia.
-Pasamos
días de tremendos dolores de cabeza por culpa de problemas completamente
ajenos.
-Nos
preocupan los maridos, los hijos, los sobrinos, los nietos, las nueras, las amigas,
las vecinas….en fin, nos preocupa tantísima gente que probablemente no nos
estamos ocupando de nuestra propia vida.
- Creo que
ha llegado el momento de poner límites,y procurando no enemistarnos con la
gente, actuaremos con firmeza defendiendo lo que de verdad nos gusta.
-Nosotros
somos los más importantes de nuestra vida, y si no nos cuidamos y estamos bien,
difícilmente podremos ayudar ni aconsejar a nadie; porque si no tenemos paz
interior, no podremos dársela a los que vienen a nosotros en su busca.
-Nosotros
tenemos que decidir nuestra vida, y no podemos poner siempre por delante de
nuestras propias necesidades, las necesidades de los demás; porque esto, no es
sano ni tampoco es natural.
-Somos seres
sociales, y nos encanta relacionarnos con los demás; pero esta relación debe
ser sana, debemos convivir con gente que nos guste y que intente hacernos la
vida agradable, no con gente tóxica que se dedique a echarnos a en cara los deberías haber hecho
esto o deberías haber hecho esto otro…..
-Son gentes
abusonas que si no les bailamos el agua, son expertos titulados en hacernos
sentir culpables de cualquier cosa, y como la culpa es una emoción paralizante,
solamente sentiremos pena, rencor enfado…etc.
-No debemos
tratar a personas que en cuanto nos negamos a hacerles algún favor, (que suelen
casualmente ser bastante abusivos), nos esparcen su sentimiento de culpa como
sin querer, y su saquito lleno de reproches.
- Intentaremos
cubrir nuestras necesidades de la manera más adecuada:
-Comeremos
bien, sin abusar, y mantendremos nuestro cuerpo armónico y sano.
-Nos
relacionaremos emocionalmente con las personas que nos gustan, que nos importan
y que nos quieren.
-Leeremos
buenos libros, veremos buenos programas de T.V:
-Alimentaremos
nuestra parte espiritual, y actuaremos de acuerdo a nuestras creencias.
-Fabricaremos
un gran muro si hace falta, para evitar que nos invada el desánimo.
-Solamente
somos responsables de nuestros actos, así que nos negaremos a asumir culpas
ajenas.
-No
volveremos a intentar que nadie cambie, son adultos con libre albedrío.
-Tenemos que
decidir ser felices, y en cuanto nos lo propongamos, lo lograremos.
-Dedicaremos
un ratito cada día a conocernos a nosotros mismos, a decir sinceramente lo que
nos gusta y lo que nos disgusta, olvidándonos para siempre, de los respetos humanos.
-Cuando nos
conozcamos bien, seremos libres, y podremos decidir con claridad y distancia lo
que vamos a hacer de nuestra vida.
-¡Buenas
noches”!
