Muchas personas pasan la vida cuidando a los
maridos , a los hijos , a los padres , o a quien le toque, y no tienen nunca un
momento para pararse a pensar que es lo que quieren ellos.
-Se ponen una tirita ante cualquier herida del
alma y si no la curan, poco a poco se
les irá poniendo peor, y acabará infectándose, que viene a ser desencadenando una depresión, una apatía y una tristeza
profunda.
-Yo tengo una vecina que trabaja en casa, a las
que sus hermanos han adjudicado el cuidado de su padre con el pretexto de que ellos trabajan mucho y
no tienen tiempo.
-El tiempo no es una barra rígida, el tiempo se
puede repartir y organizar según el horario de cada uno, y si esta señora trabaja
en casa, en remoto y necesita un cierto
número de horas para hacer su trabajo , por lo tanto no puede ni debe en ese
tiempo de trabajo atender a un enfermo.
-Todos deberíamos aprender a compartir responsabilidades
equitativamente , porque si hay que cuidar a un familiar con Alzheimer,
deberemos establecer turnos entre los
familiares, ya que este tipo de enfermedades
, lo mejor es hacerlo entre varias
personas, y no cargar el peso en el más débil, que es lo que suelen hacer y así, el día que no te toca, puedes hacer tu
vida normal; mientras que si le cuida
uno solo todo el tiempo, nunca acabará su jornada.
-A veces deberíamos pensar un poco más en
nosotros y tenernos más respeto y
consideración, no pensando en lo que opinarán los demás, porque si no lo hacemos,
estaremos fingiendo con parches y tiritas un bienestar que no tenemos.
-Si fuéramos valientes y nos levantáramos las
tiritas que nos ponemos cada día, veríamos que estamos llenos de nerviosismo,
ansiedad, descontento, desgana……aunque
esbocemos falsas sonrisas que no consiguen quitarnos el dolor de cabeza.
-Los neurocientíficos aseguran que ocultar emociones negativas provoca una gran
insatisfacción.
-Sería estupendo empezar aprendiendo a ser más asertivos, y así podríamos expresar
abiertamente nuestra decepción y nuestra
frustración de la mejor manera posible.
-Buenas noches.