“A quien madruga
Dios le ayuda”, dice el refrán castellano fruto de la sabiduría popular,
ya que a primera hora de la mañana el
cuerpo nos avisa de que ya está preparado para empezar una brillante jornada.
- Madrugar aumenta nuestra presión arterial,
cesa la secreción de la melatonina y nos
empieza a subir la temperatura corporal que bajó por la noche lo mismo que la
respiración y el ritmo cardíaco porque
se hicieron más lentos para que
descansáramos mejor.
-Tras un sueño reparador nuestro cerebro está
muy bien preparado para enfrentarse a un nuevo
día.
-Empezamos con las pilas cargadas y somos mucho
más productivos.
-El madrugar está lleno de beneficios para
nuestro sistema inmunitario, porque la exposición temprana a la luz solar activa
la síntesis de la vitamina D lo que facilita el trabajo a nuestro sistema
inmune.
-Los niños madrugadores, terminan enseguida los
deberes que les quedaron pendientes la noche anterior porque tras el descanso
su cerebro está mucho más alerta.
-Las personas que se acostumbran a madrugar son
mucho más optimistas ya que se sienten
más satisfechas y son más eficaces a la hora de aprovechar las oportunidades
que se les presentan, subiéndoles por este motivo la autoestima .
-Los madrugadores suelen tener mucho más tiempo
libre por las tardes para dedicárselo a su familia y a sus hobbies.
-Por la mañana podemos hacer ejercicio con lo
cual aceleramos el metabolismo , llenamos
de energía el cuerpo y lo preparamos
para el nuevo día.
-También si tenemos tiempo desayunaremos mejor, puesto
que el desayuno es la comida más importante del día y a veces las prisas nos
impiden hacerlo adecuadamente.
-Si desayunamos bien nuestro cuerpo tendrá comida sana y no funcionará con los restos del día anterior, tomando cualquier bollo industrial lleno de
grasa y de azúcar. Por eso los que se levantan tarde consumen casi 250 calorías
más al día que los madrugadores.
-¡Ánimo y vamos a madrugar para comprobarlo!
-Buenas noches.