Mucha gente está crispada, tiene prisa, está
enfadada. No sabemos sus motivos, pero el enfado y las malas maneras son
contagiosas, así que se me acaba de ocurrir proponeros un juego muy divertido.
-Mañana por la mañana, desde el mismo momento en
el que os levantéis, empezar a sonreír y a ser amables con todos; con el gato,
el perro, los hijos, los padres , los maridos , los novios, las mujeres, los
vecinos…..
-El otro día tomé un taxi en la puerta de casa
para ir al Hospital de La Moraleja a hacerme una prueba. Le indiqué el camino
al taxista, y fuimos charlando animadamente durante todo el trayecto y riéndonos, porque le conté lo
del experimento con los taxistas londinenses, en el que han demostrado que tienen muchísimos más caminos neuronales, que otros británicos de su misma edad y parecidas circunstancias que desempeñen otros trabajos, debido a la cantidad de calles que tienen memorizadas, y la de rutas diferentes que recorren cada día .
-Me hicieron la prueba enseguida, y al salir a
tomar otro taxi para volver a casa, me encontré con la gran sorpresa de que era
el mismo taxista que me había traído un ratito antes.
-Le saludé sorprendida y me dijo que no me podía
imaginar lo que se alegraba de volverme a llevar, porque era la primera persona
en todo el día que le había tratado bien, que la mayoría se dedicaban a
quejarse y a comportarse como si él fuera invisible.
-Le dije que la culpa tiene siempre dos
direcciones; que la gente es nuestro espejo, y que lo que das recibes, así que
le propuse que intentara ser amable él, y que seguramente, también recibiría a cambio
amabilidad.
-Mañana vamos a hacer la prueba, porque si cada
uno de nosotros (que seremos una barbaridad) estamos muy amables con 10 personas, esto influirá para que ellas sean amables con
otras, y la amabilidad crecerá
exponencialmente; y al final, convertimos nuestro mundo en un lugar mejor.
-Buenas noches.