Cuando yo era adolescente, cada vez que discutía
con mi madre, o me mandaba hacer algo que no me gustaba, o me fiscalizaba,
repetía por lo bajo : ¡Jamás seré como mi madre!, je,je….
-Pero el hombre propone y Dios dispone, y esta
misma mañana , me he visto actuando exactamente igual que lo hubiera hecho mi
madre, y me ha hecho tanta gracia que quiero compartirlo con vosotros.
-Esta mañana, ha venido un repartidor que viene muy a menudo, y me ha pedido por favor un par
de imperdibles, porque se le ha caído la carga encima al abrir la furgoneta, y
se le han roto los pantalones.
-Tenía todo el pantalón rasgado con un enorme
siete, e inmediatamente ha salido mi madre desde lo más profundo de mi ser, y
le he metido en el cuarto de baño, con Betadine , agua oxigenada y algodón,
para que se curara, y después le he dado unos pantalones deportivos de uno de
mis hijos, y le he cerrado la puerta , mandándole que se pusiera los deportivos
y que me diera su pantalón para cosérselo.
-El chico estaba muy azarado, pero me ha
obedecido sin rechistar, y al momento estaba yo allí sentada en mi cuarto con
mi costurero arreglando el pantalón.
Cuando ya lo estaba terminando, mi hija Gema, sonreía
mucho al ver lo surrealista que era la situación, y cuando por fin se ha ido
contentísimo con su pantalón arreglado (llovía a cántaros y hacía mucho frío),
nos hemos estado riendo porque parecía una escena de comedia, en la que se
presenta de pronto el marido, y la mujer contesta.
-¡Esto no es lo que parece!
-Así que me declaro culpable, soy igual que mi
madre y que mi abuelita, porque nadie que pasara por nuestra casa de la calle Maldonado,
con un problema de este tipo, jamás hubiera salido sin que le ayudaran a resolverlo .
-Tenemos una herencia genética enorme, pero también
adquirimos una serie de hábitos familiares que poco a poco, se convierten en
costumbres que interiorizamos sin darnos cuenta, y que cuando somos mayores van
saliendo poco a poco sin avisar.
-Recuerdo en una ocasión que Javier un compañero
de mi hermano Finín, que estudiaba ingeniero de Caminos como mis
hermanos, no le había dado tiempo a terminar un proyecto que tenía que
presentar al día siguiente, y se vino a mi casa; y allí ayudamos todos, yo
rellenaba con tinta china roja unos
dibujos del plano, así que los 5 hermanos, mi madre y mi tía, trasnochamos para ayudarle,
pero consiguió entregarlo a tiempo y aprobó.
-Os recomiendo que no digáis muy alto que no
seréis como vuestros padres, porque os aseguro que ya lo sois.
-Buenas noches.