Todos estamos acostumbrados a oír, e incluso
nosotros les hemos reprochado a nuestros hijos o a sobrinos , lo pendientes que
están de su móvil y de sus whatsApps, pero ahora voy a contaros algo que me ha
sucedido y que me ha hecho reflexionar sobre
su importancia.
-Estas navidades pasadas, recibí una llamada de una
antigua amiga, a la que actualmente, apenas veo, pero como está en mi lista de
contactos, suelo reenviarle las “tontunas” que me mandan las amigas que son
muchísimas y los vídeos y presentaciones bonitas de las navidades con buenos
augurios, porque pienso que le gustarán .
-Ese día, había recibido un aluvión de mensajes
preciosos , llenos de amor , esperanza y buenos deseos, así que reenvié y reenvié hasta quedarme casi sin
batería.
-Estaba escribiendo mi blog por la noche, cuando
sonó mi teléfono, y era ella. Me
felicitó las navidades y me dijo que la había salvado la vida, porque estaba
sola en la casa del pueblo con su marido, muy deprimida
y triste, pues se había dado cuenta de que nadie se había acordado de ellos
para desearles felices fiestas , y
prosperidad en el año nuevo.
-Cuando estaban a punto de acostarse, empezaron
a sonar los timbres que avisan de que han llegado mensajes nuevos, y no daban
crédito a lo que pasaba, porque les llegaron un montón seguidos .
-Se volvieron a sentar en el sofá y los leyeron en voz alta de uno en uno , y vieron los vídeos tan tiernos y
cariñosos que acabaron los dos
emocionados y con los ojos llenos de
lágrimas.
- A veces un simple mensaje de un amigo, sirve
para mantener encendida esa llama de la amistad, que a lo mejor a ellos en ese
momento les estaba haciendo falta.
-Los amigos van y vienen y cambian, pero
nosotros no debemos dejar de llamarles o mandarles un mensaje, porque a veces
como en este caso les va a curar su pena, y a todos nos gusta saber que hay
gente a la que importamos.
-Cada vez que nos acordemos de amigos que se han
ido distanciando , lo mejor que podemos hacer es mandarles un whattsApp, para
que sepan que estamos aquí para lo que necesiten.
-A veces podemos hacer algo sin importancia que
a los otros les va a importar mucho, por eso reflexionaremos sobre nuestras
palabras porque las palabras son como varitas mágicas que se cosifican .
-Llevamos muchos años en este mundo y vamos
cambiando, pero dentro de nosotros sigue viviendo ese niño generoso que fuimos
y que solo desea repartir buenos deseos y consolar al que sufre, así que no lo
olvidaremos.
-Siempre nos despediremos con palabras cariñosas,
ya que nunca sabemos si será la última que les dediquemos.
-Somos responsables de nuestros actos y de
nuestras actitudes, por lo tanto somos responsables de nuestros whatsApps.
-Buenas noches.