La vida de vez en cuando,( casi siempre cuando menos te lo esperas), te presenta una contrariedad. Suele ser, cuando estás más contenta, más tranquila, y más a gusto…..
- A veces, son cosas inevitables, y debemos enfrentarnos a ellas.
-Hay que aceptar las contrariedades, porque el sufrimiento que más daño hace, es aquel que no se acepta…….
- Lo difícil, es saber reaccionar rápidamente, antes de que te dejen hecha polvo y desanimada.
-Probablemente, lo más importante es la actitud que adoptemos en ese momento, pues de ella dependerá, el que no nos angustiemos, y, podamos sacar algo positivo.
- Yo, cuando me pasan estas cosas, repito la maravillosa oración que enseñan a los alcohólicos anónimos, que tanto sentido común tiene, y, tanto me gusta: dice así:
-“Que la serenidad Dios me conceda, de aceptar lo que no puede cambiarse.
-El valor, de cambiar lo que es cambiable, y el don de discernir la diferencia”.
-Si tenemos claro que lo que nos pasa, no se puede cambiar, tendremos que cambiar nosotros nuestra actitud, ante esa contrariedad, aceptándola, e intentando ver algo positivo en lo malo.
-Pero si nos damos cuenta de que podemos cambiar las cosas, nos pondremos inmediatamente manos a la obra, y cambiaremos las cosas de la mejor manera posible.
-Lo que nos hace muchísima falta, es tener un juicio claro para poder dilucidar si es o no posible cambiarlo, porque una vez aclarado, podemos resolver el problema.
-No hay que asustarse ni paralizarse, si no buscar la manera, pues siempre hay una manera……
-Evitaremos los planteamientos derrotistas, que solamente sirven para desanimarnos, deprimirnos e incapacitarnos para encontrar una solución.
-Tampoco debemos compararnos con nadie, pues desconocemos las vidas íntimas de los demás, y lo que vemos, no siempre es el reflejo de la realidad.
-Si el problema, nos parece demasiado grande, podremos pedir consejo a las personas de nuestra confianza, que sabemos que pueden ayudarnos viendo las cosas desde otro punto de vista.
-A veces, tienes que cambiar tus planes, y dar un giro a tu vida, pero el cambio puede ser bueno porque como dice el refrán: “Escoba nueva, siempre barre bien”.
-Ante una contrariedad, como ante un peligro, se suele actuar por instinto,y, depende de cómo nos comportamos habitualmente, pues nuestras reacciones, no son más que respuestas sobre situaciones que vivimos en el pasado, y este pasado, condiciona la actitud que tendremos en el presente.
- Por eso, nuestro futuro, lo escribimos ahora con nuestro comportamiento, y será consecuencia de este……
-Si analizamos, es una suerte, que nosotros, podamos prepararnos un buen futuro, desde nuestro presente.
- Tenemos tanto poder y nuestra actitud es tan importante, que debemos resolver los problemas con rapidez, y no consentiremos quedarnos atrapados en ellos por miedo a fracasar, que en el fondo no es más que una forma de cobardía.
-Recogeremos de todo esto, solamente las experiencias positivas, aprenderemos de las negativas, si es que tienen algún aprendizaje, porque si no lo tienen, las olvidaremos cuanto antes.
-Viviremos un presente feliz, ya que sabemos que este presente será el que ponga los cimientos de nuestro futuro, y por eso, intentaremos ser felices y optimistas, valorando nuestros bienes.
-El termómetro de intensidades de nuestra situación, dependerá en buena medida de los argumentos que tengamos sobre nuestra vida.
-Nuestra vida, tiene que estar siempre llena de ilusiones, la vida es anticipación y porvenir.
-Nosotros diseñamos nuestro proyecto de vida.
-Tenemos que crecernos y empezar de nuevo, no darnos por vencidos, y pensar, que este nuevo camino nos va a llevar a un buen puerto.
