A veces el
tiempo nos da la razón, y si sabemos esperar, vemos que aquella sensación que
tuvimos, aquel aviso de nuestra voz interior o de nuestro subconsciente era
acertada.
-Esta mañana
he estado tomando un café con una amiga que
me llamó ayer para que nos viéramos un ratito.
me llamó ayer para que nos viéramos un ratito.
-Después de
ponernos un poco al día, me ha dicho que se ha acordado mucho de mí, porque
hace un par de años, cuando me comentó que iba a abrir una tienda a medias con
una amiga de la infancia, de la que nos hablaba a menudo, yo le dije que
tuviera cuidado que hay un refrán que dice que “las medias solamente son buenas
para las piernas”, y que además esta chica, nunca había congeniado con ella,
según nos contaba y eran de caracteres muy diferentes.
A mí siempre me ha parecido una persona de la que
no te puedes fiar, pues presumía de poner los cuernos a su novio cada vez que
este se iba de viaje.
-En aquel
momento, con la ilusión de la tienda, no quiso ver que estaba tan encantadora
con ella porque necesitaba su dinero, así que me despedí de ella deseándola
suerte.
-He ido
solamente dos veces a su tienda, que es preciosa y funciona muy bien, y me ha alegrado ver lo bien que iba la tienda
y lo mucho que vendían, entonces pensé que era una tontería creer en mi voz
interior.
-Esta
mañana, me he quedado de piedra oyéndola decir que no puede seguir ni un
momento más con esa persona, que su marido ha estado revisando las cuentas y ha descubierto que les ha estado robando todo
el tiempo; porque haciendo inventario, descubrió
que faltaban muchísimas cosas que según
ella estarían mal inventariadas, y la mayoría eran las prendas más caras.
- Ahora, ha
decidido terminar cualquier relación con
esta persona, solamente quiere que le pague su parte y perderla de vista,
porque confiesa que durante estos dos años, ha estado agobiada aguantando las
mentiras de esta mujer, y tapándola cuando se iba a citas clandestinas delante
de su marido, que al fin y al cabo era su amigo y no se merecía eso.
-Yo he
sentido mucho que mi primera sensación fuera cierta, porque una persona que
engaña al novio, que se supone que es el hombre de su vida, es alguien en quien
no se puede confiar, y la vida nos ha enseñado que :” el que hace un cesto,
hace ciento”.
-La vida
pone a cada uno en su sitio, y no se debe hacer negocios con personas falsas y desleales, ya que nos engañarán como lo ha hecho con su marido.
-La vida
vuelve a empezar cada día, y ella en cuanto tenga su dinero, está decidida a emprender con su marido un nuevo negocio y olvidarse
de semejante persona.
-Me ha
asegurado que no se va a asociar nunca con nadie que no sea de su familia.