He dormido fatal, me acosté con una serie de preocupaciones y me he levantado cansadísima, con ojeras y con
un tremendo dolor de cabeza.
-Sabemos que
tenemos el poder de elegir nuestros
pensamientos. Es el poder superconsciente.
-Los malos
pensamientos nos invaden y si les dejamos entrar, invadirán nuestro espíritu
como un rebaño enloquecido.
-No tenemos
más remedio que con dulzura y paciencia, dominar nuestros pensamientos.
- No podemos
hacerlo de manera machacona ni insistente porque entonces solamente
conseguiremos obtener el resultado contrario al que deseamos.
-Ahora yo os
digo: ¡no penséis en elefantes!.
- ¡No, no penséis
en elefantes de enormes orejas grises y grandes!
-¡Os digo
que no penséis en elefantes!.
-Naturalmente
todo el mundo ha estado todo el rato pensando en esos enormes elefantes grises,
así que nuestra insistencia ha conseguido el efecto contrario al deseado.
- Necesitaremos
una gran determinación, para no admitir ni por un momento un pensamiento
negativo, ni por un momento, así si solamente pensamos en clave positiva, será
mucho más fácil que solucionemos nuestros problemas.
-En cuanto
consigamos cambiar nuestros pensamientos, toda nuestra vida cambiará como por
arte de magia.
-El mundo en
el que nos movemos, está formado por nuestras palabras que se acaban
cosificando.
-Los niños
son siempre nuestro mejor ejemplo porque son la sinceridad y la inocencia en su
estado más puro.
-En el
colegio, cualquier niño que tiene una profesora que le quiere y que le comprende
y que le dice a menudo lo listo que es y lo bien que está trabajando, obtendrá magníficos
resultados.
-Querrá
esmerarse para hacerlo mejor, y así conseguir que le sigan ponderando.
-Mientras
que al pobre niño al que se pasan la
vida diciéndole que escribe mal, que todo su cuaderno está sucio, que es un vago
y que todo lo hace mal, no tendrá ilusión ni ganas de hacerlo mejor porque no
se siente merecedor de lo mejor.
- Tendrá un bajo concepto de sí mismo, sentirá que es torpe y vago y que nunca será
capaz de hacer las tareas bien.
-Nuestros pensamientos
mandan en nuestro comportamiento.
-Acabamos
recogiendo el fruto de lo que sembramos, y sembramos con nuestros pensamientos
y nuestras palabras.
-Todos
sabemos que las personas pobres de espíritu que solo hablan de pobreza, acaban siendo
miserables, mientras que los que piensan en positivo, y se sienten merecedores
de la excelencia, viven cada vez mejor en todos los aspectos de su vida.