Decía Santa Teresa:”En momentos de crisis, no hacer mudanza”.
-Las cosas
se ven totalmente diferentes según tu estado anímico.
-Cuando
estamos contentos todo nos parece fantástico, alegre y divertido, pero cuando estamos
tristes, o muy cansados, nuestra realidad es bastante peor.
-La vida nos
pone a veces unas gafas delante de los ojos que varían de color según nuestro
estado de ánimo.
-Si estamos
de buen humor, las cosas no parecen tan difíciles como cuando estamos tristes o
un poco” depres”, que perdemos totalmente el sentido de la perspectiva.
-Cuando
estás en baja forma, cualquier broma,
nos parece un ataque personal, y malinterpretamos los comportamientos
ajenos traduciéndolos a nuestro antojo y calificándolos de malos o de mal
intencionados.
-Si nos diéramos
cuenta de que algo tan simple como un bajón de azúcar, por no haber comido a nuestra
hora, nos convierte en alguien antipático y gruñón, vigilaríamos más estos
pequeños detalles que afectan tanto a las relaciones personales.
-La química
cerebral es uno de los factores que más influye en el carácter.
-El malhumor
es una enfermedad crónica.
- Las personas que están siempre malhumoradas,
tienen una auténtica incapacidad para obtener placer, y se dedican a amargar la
vida de sus familiares porque todo lo critican, lo cuestionan y lo ridiculizan.
-Este mal
humor, muchas veces es producto de una
alteración de la química de su cerebro,
y gracias a Dios existen tratamientos
para combatirlo.
-Hay una
enfermedad que se llama disforia, que es un trastorno del ánimo, que se
caracteriza por un estado recurrente de insatisfacción, ansiedad, irritabilidad
e inquietud, y está directamente ligada a un neurotrasmisor llamado dopamina,
que se asocia a la gratificación y la saciedad.
-Gracias a
Dios, esta enfermedad tiene tratamiento
y se cura.
-Los
malhumorados crónicos, no pueden sentir
placer porque tienen los niveles de dopamina y las endorfinas muy bajos; por
ese motivo las personas que lo padecen están siempre enfadados y frustrados y
amargan la vida de los que les rodean.
-Así que el
que note que está siempre enfadado, que vaya al médico y se haga unas pruebas,
porque la vida es muy hermosa y no debemos dejar que un malhumorado nos la
amargue.