Vivimos unos
momentos de gran estrés.
- Todos tenemos prisa para todo, a veces nos parecemos al conejo blanco de Alicia en el país de las Maravillas....
-Es una
especie de enfermedad que nos ha atacado en bloque.
-Nos
levantamos agobiados y agobiados nos vamos a acostar.
-Los médicos dicen que
esto se llama estrés, pero creo que es una gran falta de sentido común que como
decía mi madre: “es el menos común de los sentidos”.
-Yo he
dejado de trabajar porque me operaron del corazón y mi salud no me permitía
estar con niños pequeños que constantemente estaban malos y me lo pegaban todo; pero eso no me ha aportado ninguna calma, porque aunque ya no voy
al colegio, no estoy más tranquila ni tampoco me he tomado la vida con más calma.
-Sigo haciendo
todo con la sensación de que no voy a llegar, y se positivamente que no es nada
bueno.
-Una amiga,
me ha hecho reír contándome que no llama
a una prima suya porque no tiene tiempo, que como su teléfono no recibe whatsApp,
pues que tampoco la puede mandar mensajes……
-Esta mañana
he estado con Chus una cirujana importantísima.
Somos amigas desde hace muchos años, y la conozco tan bien
que sé que sobre todo es médico del alma.
- Me ha estado enseñando a relajarme y a
llegar a una tranquilidad y paz
interiores como nunca había soñado, así que he tomado la decisión de intentar
dedicarme cada día un ratito a mí misma, para recuperar la calma y la paz interior que tanta
falta me hacen……
-Casi todos
los que vivimos en grandes ciudades, nos hemos acostumbrado a convertir todo en emergencias que debemos
solucionar inmediatamente y no priorizamos, por eso al dar categoría de
importantes a cosas triviales, conseguimos estar en un perpetuo estrés que no
solamente es malo para la salud, sino que además es innecesario y nos quita
mucha energía para afrontar problemas reales.
-Una
locutora de televisión amiga mía a la que hace años que no veo, me impresionó
una mañana que estuve con ella, por lo rápidamente que resolvía todo en el
acto, sin posponer porque según dijo si lo retrasaba se estresaba muchísimo con
una carpeta de asuntos pendientes amenazándola a un lado de su mesa.
-A veces
vemos a personas que se toman sus metas profesionales tan en serio que se
olvidan de divertirse por el camino y de
tomarse un respiro.
-Así que hoy,
cuando la casa esté en silencio y todos se hayan acostado, me voy a relajar
profundamente para encontrarme a mí misma sin el ajetreo diario, y estoy segura
de que esto mejorará mucho mi estado de ánimo, mi salud y mi vida.
-He dado un
primer paso que me honra que es reconocer que yo soy la culpable de este ritmo
de vida que me he impuesto.
-Ahora estoy
segura de que cada una de las cosas que me han estado agobiando son en realidad
menos importantes de lo que creía, y que lo primero antes de resolver los problemas
de nadie es encontrar mi propio equilibrio y tener una conversación interior
conmigo misma.
-Si
escuchamos nuestros pensamientos de manera relajada , suave y silenciosa, notaremos
que se nos resuelven muchos problemas porque las respuestas a tantas preguntas
están dentro de nosotros, y esto en principio barrerá nuestro estrés de un
plumazo.