Esta
tarde en el ambulatorio , había una niña de unos 5 años, muy graciosa,
sentada a mi lado con su abuela, llevaba un uniforme nuevo, con unos zapatos
tipo merceditas de los que se sentía orgullosa; nos dijo, que este año, ya
tenía zapatos y falda de mayor , porque había empezado Primero de Primaria .
-Charlaba por los codos, y estaba contando que su profesora la había puesto una
carita sonriente en su libro, porque
había hecho todo bien. Yo la he dicho que se lo dijera a su mamá al
llegar a casa, porque se iba a poner muy contenta, y me ha contestado muy seria
que su mamá siempre está contenta.
-Una madre de la que su niña dice que está
siempre contenta, debe ser una madre maravillosa, y así se lo he dicho a su
abuela, porque los niños son siempre, nuestros mejores jueces.
-Todos, si buscamos con sinceridad, tenemos
muchísimos más motivos para estar contentos que para sentirnos desgraciados; lo
que ocurre es que tendemos a contar nuestros males en vez de nuestros bienes.
- Solemos contar las cosas malas que nos suceden
o que les suceden a nuestros amigos y familiares, y tenemos pudor en contar las
cosas buenas por miedo a parecer presumidos.
-Si una persona nos dice que nos encuentra muy
guapos y muy elegantes sonreímos y damos las gracias, pero si nos dijeran como
le sucedió a mi suegra cuando era joven y soltera, hace mil años…. (era maestra en un pueblo pequeñito de
Asturias, llamado Casomera), el día que la fueron a visitar sus hermanas:
-¡Doña Gregoria:- Todas las mujeres del pueblo,
creemos que de las tres hermanas, usted , es sin dudar, la más fea!.
-Esta anécdota, se la he oído muchas veces, pero
la impactó tanto, que hasta con 90 años , la seguía contando, aunque se reía
cuando lo hacía.
-La felicidad está en el camino, no al final de
nada, ni cuando consigamos nada, ni cuando nos regalen nada, ni cuando nos pase
nada. ¡En el camino, no en la meta!
-Tenemos que intentar al llegar a casa y
reunirnos con nuestros seres queridos, no hacerles una lista de quejas, sino un
resumen de las cosas buenas que nos han pasado, nos han sorprendido , o nos han
alegrado; porque si comentamos cosas alegres ,nos reiremos juntos, mientras que
si solo les contamos lo malo, empezaremos de mala manera, y seguro que si
contabilizamos las horas que hemos estado en el trabajo, nos han sucedido más
cosas buenas que malas. Y ellos aprenderán a hacer lo mismo.
-Una amiga mía decía : la ropa sucia se lava en
casa, que quiere decir que lo malo, mejor no contarlo.
-Demostraremos que somos maduros, porque “La
madurez es la edad en la que no nos dejamos engañar por nosotros mismos”.
-Nuestra casa es la fábrica del carácter y de
los recuerdos de los niños; por ese motivo, creo que merece la pena que
reflexionemos antes de sembrarles negatividad y malestar constantemente.
-La comprensión, la compasión y la tolerancia,
son valores que los niños aprenden de nosotros cuando los practicamos, porque no sirve nada de lo que les digamos si
no lo hacemos.
-Unos padres alegres, educados y considerados,
serán los artífices de una generación mucho mejor, de la que todos nos
sentiremos orgullosos, porque nuestro mayor logro será conseguir que nuestros
niños sean hombres y mujeres felices y buenos, y las personas buenas, tienen
siempre estos tres valores como mínimo.
-Sera maravilloso conseguir con nuestra alegría
y bien hacer, que nuestros niños rían y sueñen, porque significa que hemos
hecho las cosas bien, porque nunca se debe cortar la alegría ni los sueños de
los niños.
-Apartaremos de nuestras vidas y de las de
nuestros niños a aquellas personas que les hagan sufrir, les humillen o les
hagan sentirse menos, porque son personas tóxicas que reflejan solamente sus
propias inseguridades.
-Sabemos que lo que produce mayor alegría es
conseguir hacer felices a los demás, y si transmitimos alegría, a los que
empiezan a vivir, creerán en sí mismos, y se creerán capaces de triunfar y de
tener éxito..
-La buena educación, también nos produce mucha
alegría, porque las personas corteses, siempre son bienvenidos en todas partes.
-He leído una frase que lo resume muy bien : “Los
buenos modales son como los ceros en aritmética. No representa mucho por si
solos, pero pueden aumentar considerablemente el valor de todo lo demás.
-Buenas noches.