"Si tienes a tu lado gente que te apoya y que no te descalifica, llegarás muy lejos".
Tener buen
carácter, es ser una persona amable, alegre,
comprensiva, que tiene facilidad para conectar con los demás y con
los que cualquiera nos sentimos a gusto.
los que cualquiera nos sentimos a gusto.
-Existe una
herencia genética y una predisposición, como dice el refrán: “De padres gatos,
hijos michinos”, pero gracias a Dios, la educación tiene mucho que hacer en
este caso.
-Los niños
son cera en nuestras manos, y cuando
vienen a este mundo, somos nosotros los que les tenemos que enseñar las normas,
los valores, lo que está bien y lo que está mal.
-Un niño sin
normas, tiene muchísimas posibilidades de ser un adulto egoísta, antipático y
maleducado, porque nunca se le ha contrariado, y por tanto no puede aceptar la
frustración ya que no está acostumbrado a ceder.
-Un niño que ve que cuando pasa algo malo, los mayores le animan a buscar una solución, diciéndole que casi todo tiene arreglo, será mucho más feliz que un niño insultado y castigado.
-Yo soy la
quinta hija, y como estoy acostumbrada a ceder tantísimas veces, ahora no me
importa nada hacerlo.
-La gente
que tiene buen carácter es la que cuando un amigo le cuenta un problema, no
siempre tiene la respuesta que necesita, pero le escucha con atención, le
comprende y le consuela.
-En el
camino de la vida todos deberíamos estar acompañados por personas de buen
carácter, y así todo sería mucho más fácil.
- Las
personas rencorosas y antipáticas, solamente se dedican a resaltar lo malo de
todo el mundo, con lo que solo consiguen amargar la vida de los que les
rodean.
-Si los
niños desde pequeños, nos ven a los adultos que ellos quieren y en los que confían, actuar con generosidad, no criticar, y alegrarnos del bien
ajeno, lo aprenderán, porque los niños aprenden lo que ven, no lo que oyen.
-Estamos
viviendo una época difícil, y bastantes preocupaciones tenemos ya todos con la
situación de nuestro país, para que encima tengamos a nuestro lado gente respondona, negativa y criticona que
nos amargue la vida porque todo lo ve negro.
-Yo procuro
siempre que puedo relacionarme con gente agradable, que tenga sentido del humor
y que acepte la vida como viene, porque en malos momentos, sabemos de sobra que
quejarnos no conduce a ningún sitio, y que cuanto más nos quejemos, peor nos
irán las cosas.