Esta tarde ha venido a visitarnos Ernesto, un
primo hermano de mi marido que vive en Valladolid.
-Llamó el domingo por la tarde para decirle a
Félix, mi marido que vendría hoy a conocer nuestra casa y a pasar una velada
con nosotros, y mi marido ha estado impaciente esperando que llegara, porque es
un primo al que quiere mucho, aunque por circunstancias de la vida se vean poco.
-Ernesto es un famoso dentista, que ya está
jubilado, y sobre todo es una persona muy alegre y muy joven de espíritu.
-Nos ha hablado con gran orgullo de sus hijos y
de sus nietos, y nos ha confesado que cada día se acuerda más de su mujer
Carmina, que falleció tras una larga y dolorosa enfermedad, y que está pensando
en regalar su butaca, porque le duele mucho sentarse y ver que ella ya no se
sienta a su lado.
-Ha sido una visita muy agradable, porque han
recordado a sus madres que eran hermanas, y hablaban de la vida en Valladolid y
en su pueblo natal Rueda.
-Nos ha contado sus aventuras de estudiante de
medicina en Madrid, cuando vivía en un Colegio Mayor, y de vez en cuanto iba
con sus compañeros a los clubs, o a las boîtes
como se llamaban entonces a bailar; a pesar de que tenía novia formal en
Valladolid, pero dice que bailando no hacía nada malo, je,je.
-Como le gustaba muchísimo el teatro y la
zarzuela, se hizo de una “cla”, que era un grupo de estudiantes, desperdigados
por los teatros, que aplaudían a un gesto del director de la “cla”, y gracias a
esto, podían ver todas las obras que se estrenaban en Madrid por un módico
precio.
-Es increíble oírle contar lo que tardaban en
llegar al pueblo de al lado que estaba solamente a 4 kilómetros en carro,
cuando ahora recorremos esa distancia en pocos minutos.
-Es un hombre feliz, porque la felicidad depende
de la calidad de nuestros pensamientos, y los suyos, son siempre positivos.
-Es atento y cortés. Y piropea con esos piropos
antiguos que empleaban los caballeros y que nunca nos disgusta escuchar.
Ernesto es un gran conversador, pero también sabe
escuchar, y su lenguaje corporal es cariñoso y atento.
-Ha sido muy agradable compartir una velada con
él, porque es una persona entrañable.
-¡Muchas gracias Ernesto!