Me ha mandado mi hijo Daniel un artículo del
dailymail muy interesante , y lo quiero
compartir con vosotros.
-Unos estudios hechos en Nueva Zelanda acerca de
la depresión y las posturas corporales han hecho tambalearse una serie de teorías sobre las
personas deprimidas.
-Han demostrado que simplemente cambiando la
postura corporal de hombros hundidos y cabeza gacha, de las personas
deprimidas, por otra de cuerpo erguido, y espalda recta, se llenan de entusiasmo,
energía y están mucho más atentos a todo
lo que sucede a u alrededor.
-Cuando una persona deprimida está sentada, su
estado de ánimo está tan encorvado como su cuerpo; pero si se les enseña y acostumbra a cambiar de postura, esto
cambiará ; empezarán a sentarse derechos, renacerán en ellos las ganas de vivir
y de participar en la sociedad y en la vida, aunque tengan un diagnóstico clínico de depresión
moderada.
-La Dra Elizabeth Broadbent, reunió a un grupo
de 61 enfermos diagnosticados con
depresión leve o moderada, y ordenó a la
mitad del grupo que se sentaran como solían hacerlo normalmente, mientras que a
la otra mitad, les obligó a sentarse con la espalda recta, tirando de los
omóplatos hacia abajo y juntos, enderezando la espalda y extendiendo la parte
superior de la cabeza hacia el techo.
-Para evitar que se volvieran a encorvar, se les
puso a cada uno una espaldillera correctiva de hombros.
-Después completaron todos una tarea que es
bastante estresante:
-Tuvieron que dar un discurso de 5 minutos,
sabiendo que les iban a calificar, y después tuvieron que contar en voz alta
desde 1022 hacia atrás, en bloques de 13.
-Durante la prueba se les pidió a algunos
aleatoriamente que dijeran cual era su estado de ánimo y çómo se sentían.
-Los resultados fueron aplastantes. Las personas
que habían tenido la espalda recta y la cabeza erguida, o sea la postura del
que se siente bien consigo mismo y está encantado de conocerse, tenían
muchísima más energía y más entusiasmo que los otros, además de articular mejor
y utilizar más palabras que los del otro grupo.
-La doctora Broadbent, confesó que ella comenzó a investigar, al darse
cuenta un día que estaba triste caminaba
con los hombros caídos y mirando al suelo, y decidió poner los hombros hacia
atrás y mantener su figura erguida, e inmediatamente , se sintió mucho mejor.
-Planteé la hipótesis de que lo mismo que
funcionó para mí, podría funcionar para otras personas, y comencé mi investigación, afirma la Dra.
-Yo hago pilates dos días en semana, y creo que
es un buen tratamiento para mejorar el estado de ánimo, y he comprobado que si estoy cansada y triste,
después de hacer estos ejercicios, me siento muchísimo mejor en todos los
aspectos.
-Espero que os guste esta información , y que lo
probéis.
-Buenas noches.